El cura Juan Viroche, que tantas veces denunció el avance de la droga en Tucumán, apareció ahorcado en la vivienda que tenía dentro de la iglesia Sagrado Corazón.
Su cuerpo apareció en el dormitorio y sus pertenencias desparramadas por el piso. Por ahora la información es contradictoria. Según los investigadores, no había signos de violencia ni los accesos a su casa estaban forzados. Pero los medios locales muestran imágenes con daños en la Iglesia y otras cuestiones dudosas.
En varias oportunidades encabezó las marchas del pueblo para denunciar el avance del narcotráfico y la criminalidad. Los vecinos comentaron que el sacerdote les había manifestado su intención de alejarse porque su vida corría peligro.
El pasado 9 de septiembre, el sacerdote escribió en su muro de Facebook lo que sería su último post.
Después de haber sufrido varias veces robos en su parroquia, Viroche responsabilizaba al avance del narcotráfico que “corrompía a adolescentes y jóvenes de la zona”. Es nuestro deseo de descanse en paz y se sepa la verdad sobre lo sucedido.
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