Walt Disney Animation Studios cumple 92 años y, para celebrarlo, lanzó un vídeo de 92 segundos en el que repasa algunos de los momentos más recordados de su historia animada: desde Mickey y sus amigos hasta lánguidas y enamoradizas princesas o hipopótamos con tutú, terminando en las últimas décadas con mujeres de armas tomar. La fábrica de los sueños repasa las inolvidables producciones que nos alegraron la vida.
La primera película fue Blancanieves y los siete enanitos, estrenada en 1934 en brillante technicolor. Tres años fueron necesarios para completar un largometraje que, más allá de sus avances tecnológicos (e increíble éxito para la época, con más de 380 millones de euros de recaudación) hoy es señalada por presentar el prototipo de mujer sumisa y pasiva que definiría a las princesas durante décadas. Delicada, inocente y dulce, por maltratos que reciba por parte de su malvada madrastra nunca pierde la sonrisa, pasa de limpiar un castillo a convertirse en la criada de siete enanos y su salvación llegará gracias a la intervención del Príncipe Azul.
Posteriormente llegarían los filmes protagonizados por animales y otros seres mágicos cuyos huérfanos protagonistas tantas lágrimas arrancaron (y arrancarán) a niños de todas las generaciones. Hablamos de Pinocho (1940), Dumbo (1941) y Bambi (1942). La excepción de este periodo: el psicotrópico sueño de Walt DisneyFantasía (1940).
La siguiente década llegaría marcada por otras dos princesas: Cenicienta, en 1950, y La bella durmiente, en 1959. En esa década, la producción fílmica de Disney dio un respiro a los cuentos de hadas y continuó con dos niños fuera de la norma, Alicia en el País de las maravillas (1951) y Peter Pan (1953), y otro puñado de disparatadas animaciones animales: La dama y el vagabundo (1955), 101 dálmatas (1961), El libro de la selva (1967) y Los aristogatos (1970), Robin Hood (1973), Los rescatadores (1977) o Tod y Toby (1981).
30 años después, el éxito de La sirenita en 1989 devolvería el protagonismo a las princesas, que en la década de los 90 comienzan a pensar por sí mismas y proponer nuevos modelos femeninos. Ahí está Bella (La bella y la bestia, 1991) y su pasión por los libros que, despreocupada por encontrar novio o por el matrimonio, se atreve incluso rechazar al arrogante del pueblo, Gastón. Y las princesas no caucáusicas: la árabe Jasmine (Aladdin, 1992); la india Pocahontas (1995) y la asiática y revolucionaria Mulán (1998) que, disfrazada como un hombre, marchará a luchar para evitar el trance a su anciano padre.
Volviendo a los huérfanos desvalidos y al drama musical, otra película destacada llegó en esta década: El rey león. Las aventuras y desventuras de Simba rompieron las taquillas de todo el mundo en 1994 recaudando más de 900 millones de euro.
Habría que esperar una casi década para la llegada de la primera princesa negra en Tiana y el sapo’ (2009), y un Disney cada vez más feminista con la nueva Rapunzel de Enredados (2010), Mérida en Brave (2012) y el fenomenal impacto de las princesas Elsa y Anna en Frozen (2013), un quinteto de mujeres valientes y decididas que no esperan a que ningún hombre tome decisiones por ellas.
Cierra esta época de evolución narrativa e inversión de roles la pirotécnica Rompe Ralph (2012) y la futurista Big Hero 6 (2014), por no hablar de cintas anteriores como Merlín el encantador (1963), Hércules (1997), Tarzan (1999) o Bolt (2008).
Fuente: El Mundo