Ayer se viralizó en las redes sociales un video que conmueve e indigna. Un jugador de rugby del Club San Cirano bajó de un auto en movimiento para empujar brutalmente a una persona en situación de calle que caminaba lento por la vereda. Sus amigos desde el vehículo filmaron y celebraron la “gracia” del atacante.
La difusión del video provocó una ola de lógica indignación y la institución a la que pertenece el jugador no tardó en reaccionar.
El atacante y demás partícipes fueron suspendidos de por vida por el Club que repudió enérgicamente el hecho.
Los sancionados, según el comunicado de la entidad, aceptaron realizar tareas comunitarias como acción reparadora en dos fundaciones, “Amigos en el camino” y “Frío Cero”, cuyo fin es la atención de personas que viven en la calle.
Diego Conde -principal responsable del Club San Cirano en el área de Rugby- describió a Julián Cirigliano y otros jóvenes que agredieron de manera cobarde y se burlaron de un linyera que caminaba por la calle, con estas palabras:
“Son idiotas, imbéciles de 19 años que estaban borrachos y que nos llenan de vergüenza”
La respuesta de la sociedad fue veloz y contundente y, una vez más, las redes sociales jugaron un rol decisivo para que un hecho tan penoso como canallesco, no pase desapercibido ni quede impune.