No lo anunciarán en estos términos, pero las grandes compañías aéreas mundiales están lanzando la última clase en sus trayectos. “Última clase”, como lo leen.
Así lo nombran los ejecutivos de las grandes aerolíneas en privado, asegura el Daily Mail. Entre los “no beneficios”, están la imposibilidad de elegir asiento ni realizar cambios, pagar un extra para cualquier snack a bordo, o la imposibilidad de facturar el equipaje.
Según los expertos, “el acoso seguirá mientras los pasajeros sigan siendo condescendientes”
Los ejemplos son variados, sobre todo en el mercado anglosajón. British Airways ya ha empezado a ofrecer un servicio ‘low-cost’ para aquellos pasajeros que vuelen sólo con equipaje de mano. American Airlines también anunció que ofrecerá billetes “con menos florituras” pero a un precio más barato. Delta Air Lines ya ofrece reservas en la denominada clase turista “basic”; sin reembolsos ni actualizaciones.
Los mismos asientos
El medio británico apunta por otro lado que, mientras los asientos acostumbran a ser los mismos que en la clase económica, los servicios son mucho peores. La situación existe “porque las aerolíneas son un negocio y tienen que ganar dinero”, evidencia el analista Phil Derner Jr.
“Con el empuje de firmas como Ryanair o EasyJet las compañías tienen que encontrar el punto de reducir al máximo los costes y empujar los límites hasta salirse con la suya”, prosigue el experto. “Y continuarán así mientras los clientes sigan siendo condescendientes con ello”, lamenta.
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