Una imagen puede más que mil palabras. La vigencia de la frase se ratifica una y otra vez.
La imagen de la que hablamos emociona, alegra, transmite esperanza en el encuentro de las personas más allá de cualquier diferencia.
Una foto vuelve a mostrar el valor del tan mentado espíritu olímpico. Dos chicas coreanas, una del Norte, la otra del Sur, se sacaron esta selfie abrazadas.
Las dos Coreas, uno de tantos absurdos generados por la intolerancia, la guerra y los intereses que tan poco se preocupan por las personas, son una en esa bella imagen de paz que, por sí sola alcanza para celebrar los Juegos Olímpicos.