Donald Trump no da tregua. Provoca, irrita, siempre va por más. A un par de semanas de su asunción, exigió a las mujeres que trabajan en la sede presidencial que “se vistan como mujeres”.
El magnate impuso un nuevo código de vestimenta en la Casa Blanca que se basa en tener una figura esbelta y vestir con alta costura y ropa cara. El objetivo de Trump es que sus trabajadoras sean “más bonitas”.
El nuevo código de vestimenta en la Casa Blanca se basa en tener “una figura esbelta y vestir con alta costura y ropa cara”
El “pedido” de Trump generó tal polémica que desató furia en las redes. Bajo el hashtag #DressLikeWoman, mujeres de todo el mundo se fotografiaron en su trabajo preguntándose cómo debe ser su uniforme y defendiendo la comodidad y la libertad ante el lujo.
Bomberas, soldados, cirujanas… Todas pusieron voz propia en las redes sociales y recordaron al presidente estadounidense que hicieron historia por desempeñar cargos tradicionalmente reservados a los hombres y no por su vestimenta.
El debate recién empieza y no termina ahí, porque Trump no solo impuso estas normas para las mujeres: los hombres también deberán ser “altos, elegantes, llevar corbatas de marca y un corte de pelo adecuado”.
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