Tiene diversos nombres: flor o telar de la abundancia, rueda de la amistad o célula de la gratitud. Pero el único denominador común es que es un fraude.
Si escribís “flor de la abundancia” en el buscador de Facebook, verás que la lista es inacabable y que el dibujo de una flor de pétalos rosados aparece a menudo intercalada con fotos de billetes o de multiplicaciones imposibles.
En la Provincia de La Rioja, en la Argentina, se ha denunciado una estafa con este método. En las últimas horas, la jueza de Instrucción de la tercera circunscripción Adriana Loureiro libró una orden de arresto contra Julieta Ruiz, a quien los vecinos aseguran que dejaron de ver hace varios días.
Debido a la hipercomunicación cualquiera puede recibir una invitación de un familiar, amigo, conocido -o incluso desconocido- para comenzar a participar de juegos que prometen una ganancia extraordinaria, pero que no son más que un engaño.
¿En qué consiste la Flor de la Abundancia de este caso?
La modalidad consta de 4 niveles con sus respectivas funciones, lo que da por resultado un grupo de 15 personas:
El primer nivel al que se entra lleva el nombre de “Fuego” y son ocho personas que pretenden ingresar en la mandala. Para ello, deben depositar en la cuenta de alguien -conocido o no- una suma de dinero.
El nivel siguiente está bajo el nombre de “Aire”, son cuatro personas que ya depositaron la suma inicial y ahora deben atraer dos nuevos interesados para escalar al siguiente nivel.
Para cobrar el dinero, hay que llegar al nivel “Agua”
Luego sigue el nivel “Tierra”, dos personas que se encuentran a la espera de que el individuo del escalafón superior cobre para ocupar su lugar.
Y el nivel más importante y al que hay que llegar, el nivel “Agua”. Es la persona que recibe las donaciones de los primeros ocho interesados. Cobra el 800% de su inversión inicial. Entonces, si depositó 2 mil pesos, se lleva 16 mil.
Parece muy lógico. ¿Dónde está la trampa?
Una vez que los integrantes del nivel “Fuego” realizaron su aporte de dinero, la persona del nivel “Agua” recibe el monto total y la flor se completa. En ese momento, el ganador se retira del círculo, y la mandala se parte a la mitad con las dos personas que aguardaban a la expectativa. El truco está en que el esquema necesita de nuevos “donantes” de manera permanente para no resquebrajarse.
Mariano Otálora, director de la Escuela Argentina de Finanzas Personales explica:
“Atrás no hay ningún tipo de sustento ni un negocio que lo avale. Es un sistema de ilusión que empieza y colapsa rápidamente porque depende del aporte continuo de nuevos contribuyentes. Llega un momento que el círculo se va cerrando”
La estafa se difunde principalmente a través de grupos de WhatsApp: cada vez que una persona gana, otras siete pierden y quedan a la espera de ascender a la máxima posición. La necesidad constante de nuevos ingresantes lleva a un colapso inexorable porque, en algún momento, se terminan las opciones y el sistema demanda interesados infinitos.
Si la mandala se reprodujera 10 veces, habría tan solo 10 ganadores y 70 perdedores
“Hace mucho tiempo hay estafas de este tipo, pero antes no nos enterábamos. Ahora, con las redes sociales, es muy difícil sostener el hermetismo que facilita la estafa”, señaló Otálora.
“Generalmente buscan personas vulnerables y crédulas, con un nivel socioeconómico bajo. Por eso, en un principio el foco estaba puesto en mujeres que eran el sostén del hogar”, sostuvo Otálora. Luego, se esparció y llegó a todos los estratos. Según el especialista, “siempre hay algún vivo y mucho desconocimiento detrás”.
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