Con el mensaje más triste, por las redes nos enteramos esta mañana de la despedida de un GRANDE: “Se murió Quino. Toda la gente buena en el país y en el mundo, lo llorará“, escribió Divinsky, director de Ediciones de la Flor.
El artista gráfico Joaquín Salvador Lavado, universalmente conocido como Quino, falleció a los 88 años. Saltó a la fama por sus tiras cómicas y por su personaje más difundido a nivel global: la pequeña Mafalda. Fue, es y será el dibujante más internacional del idioma español.
Justamente ayer se habían cumplido 56 años de la primera publicación de Mafalda, que se llevó a cabo en la revista Primera Plana
Desde hace unos años, el autor, que se había mudado a Mendoza desde Buenos Aires a finales de 2017, tras quedarse viudo, sufría problemas de salud, aunque siguió asistiendo a diversos homenajes a su obra. Había sufrido un ACV la semana pasada y no pudo recuperarse.
Hijo de inmigrantes andaluces, nació en la ciudad de Mendoza el 17 de julio de 1932. Desde su nacimiento fue nombrado Quino para distinguirlo de su tío Joaquín Tejón, pintor y diseñador gráfico, con el que, a los tres años de edad, descubrió su vocación.
El mendocino, “papá” de Mafalda, murió un día después del cumpleaños de su gran creación
A los trece años se matriculó en la Escuela de Bellas Artes, pero en 1949 abandonó esa carrera “cansado de dibujar ánforas y yesos”. Desde entonces comenzó su carrera como dibujante de historieta y humor y a los 18 años se trasladó a Buenos Aires. En 1954 publicó su primera tira en el semanario “Esto es”.
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En 1963, aparece su primer libro de humor, “Mundo Quino” y en 1964 la revista Primera Plana presentó en sociedad la tira cómica de Mafalda. La pequeña de ideas progresistas y sus amigos se convirtió en un símbolo de los años 60 en la Argentina y su fama llegó a todo el mundo iberoamericano.
El historietista se catapultó a la fama con la niña contestataria de seis años a la que dio vida en 1964. Sin embargo, su obra va mucho más allá, tal como quedó patente en los libros de humor que produjo a lo largo de su vida
Los personajes eran personas normales y corrientes: niños, amas de casa, empleados explotados por sus jefes, víctimas del absurdo, el autoritarismo y sus propias limitaciones. Cada chiste gráfico era una pequeña historia, desopilante y a veces de una tristeza desgarradora.
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A lo largo de su carrera recibió reconocimientos como la Orden Oficial de la Legión de Honor, la honra más importante que el gobierno francés le concede a un extranjero. El 2014 recibió en España el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades e inauguró la 40a Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.
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