Con los residentes refugiados en sus casas, las tiendas cerradas y una inédita ausencia de turistas, las históricas calles de la ciudad de Nueva York y los puntos de referencia más famosos adquieren una turbadora quietud, especialmente de noche. Es la manera en que los neoyorquinos buscan darle pelea al coronavirus, que ya suma más de 102.800 infectados y 2.935 muertos en la ciudad, según datos del viernes 3 a la noche.
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Es que, en un puñado de días, a una velocidad abrumadora, Nueva York se convirtió en el epicentro de la pandemia de coronavirus en EE UU. Las cifras son angustiantes y gran parte de Manhattan y todas las grandes avenidas de la Gran Manzana se vaciaron de gente.
El creciente número de muertos por la pandemia de coronavirus comenzó a abrumar las morgues de la ciudad de Nueva York, mientras los hospitales se ven exigidos con una cantidad de pacientes inédita.
Con más de 276 mil casos, todo el país está siendo afectado por las decisiones gubernamentales para tratar de frenar la epidemia. Hoy, más del 90% de la población de Estados Unidos estaba bajo algún tipo de cuarentena y unos 10 millones de personas perdieron sus empleos en dos semanas.
El presidente Donald Trump y el equipo que lidera la Casa Blanca estima que podrían haber entre 100.000 y 240.000 muertes, incluso si las órdenes de confinamiento son respetadas.
El lugar donde el coronavirus está siendo más letal es Nueva Orleans, que tiene una tasa de mortalidad per cápita tres veces mayor que la de Nueva York. Según los médicos, es algo asociado a los altos niveles de obesidad y patologías previas en la población.
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