En vísperas de una nueva conmemoración de Pésaj, que comienza el sábado a la noche y con la que la comunidad judía celebra la liberación de 400 años de esclavitud, rabinos argentinos se preguntan qué es la libertad, cuánto nos cuestionamos antes de marzo de 2020 si éramos libres, y si la pandemia puede considerarse como una actualización de las plagas que azotaron entonces a los egipcios, según el Talmud, para que el pueblo hebreo saliera de su opresión.
La fiesta de las preguntas
Desde la salida de la primera estrella del sábado 27 de marzo, la comunidad judía celebra Pésaj, una de las festividades más importantes del pueblo hebreo, cargada de simbolismos y rituales familiares.
“Pesaj es una fiesta familiar, donde nos reunimos con nuestros seres queridos alrededor de una mesa para leer la Hagadá -libro que relata la liberación del pueblo judío de Egipto- y comer la cena festiva (el Seder)”, explica el rabino Marcelo Bater, de la Comunidad Dor Jadash, de la porteña calle Murillo, en Villa Crespo.
“Pesaj es la fiesta de las preguntas ya que son los más chicos de la familia que comienzan preguntando: ¿por qué esta noche es diferente a las demás noches? Y son los adultos los responsables de responderles contándoles lo sucedido en nuestra historia milenaria”
Esta fiesta “de preguntas” desafía a reflexionar sobre el concepto central del Pésaj: la libertad, aseveró Bater.
La libertad
Baruj Zeilicovich, el rabino argentino que estuvo al frente de la comunidad de Nueva Jersey (Estados Unidos) hasta marzo de este año, y que hoy reside en Israel, agregó que “el tema de la libertad y del libre albedrío debiera ser considerado por cada uno de nosotros como la oportunidad de poder elegir lo que es correcto, lo que es justo”.
“Tenemos que elegir construir, entre todos, un mundo mejor, y una sociedad de la que todos podamos disfrutar y vivir en paz”
“Para aprender a valorar la libertad, debemos cada año volver a recordar que fuimos esclavos en Egipto”, destacó Bater, quien agregó que “sólo de esa manera vamos a poder ver la libertad con otros ojos”.
Libertad y pandemia
Luego hizo un paralelismo con el coronavirus y se preguntó: “¿Cuántos nos preguntábamos antes de marzo de 2020 si éramos libres? La respuesta obvia era que sí. Sin embargo, luego de estar meses sin poder salir de nuestros hogares, aprendimos que hay diferentes tipos de libertades y esclavitudes, y poder salir de nuestras casas se había transformado en una necesidad vital para revalorar” esa libertad, señaló el rabino.
“Pésaj es un laboratorio en el que debajo de la superficie de cada palabra surge un valor a representar”, dijo el rabino Daniel Goldman, de la Comunidad Bet El del barrio porteño de Belgrano.
“En la reunión pascual, lo primero que realizamos alrededor de la mesa es levantar la matzá (el pan ácimo que ingerimos cuando sufrimos la tiranía faraónica, realizado con harina y agua y sin levadura) y mostrarla cómo símbolo que en nuestra mesa los valores puedan transformarse en acción cotidiana”, indicó Goldman.
“En la noche de Pésaj compartimos la matzá en nuestra mesa, como símbolo de que nadie sufra el hambre del desprecio”
Las plagas
“Los egipcios sufrieron las diez plagas, que recordamos una por una en la noche del Seder (la reunión familiar), y quitamos una gota de vino (de alegría) al mencionarlas.
Las diez gotas de vino representan el sufrimiento y el dolor”
Zeilicovich comparó esas plagas con “la plaga que hoy padecemos con el coronavirus: tienen una fuente común porque el pueblo egipcio sufrió la arrogancia del faraón, que se creía Dios”, indicó.
Y recordó que la última plaga fue la muerte. “La muerte fue el precio de la arrogancia de ese señor que se creía Dios”, y “la plaga anterior a la muerte fue la plaga de la oscuridad”, agregó.
“Es la oscuridad en la que vive la humanidad cuando tiene gobernantes que no los considera, cuando tiene gobernantes irresponsables o corruptos. Es la oscuridad de la pobreza, de la incertidumbre, de la inseguridad y de la falta de justicia”
Bater coincidió en que “la pandemia podría considerarse tranquilamente como una plaga moderna de nuestro mundo porque vemos el sufrimiento y el dolor de nuestros familiares y hermanos”.
Y consideró que “para liberarnos de la misma, al igual que de la esclavitud, debemos salir todos juntos. No es posible la autosalvación, sino la salvación colectiva. La responsabilidad social es lo que va a garantizar liberarnos de esta plaga mundial en pleno siglo XXI”.
No es posible la autosalvación, sino la salvación colectiva
Zeilicovich hizo “votos para que en esta pascua, en esta fiesta de liberación, todos los pueblos del mundo tengamos la oportunidad de tener dirigentes que se preocupen por el bienestar de sus pueblos. Ojalá Dios los ilumine”.
Para el rabino Goldman “este año, como el pasado, lo celebramos en nuestro encierro transitorio, pero el que viene va a ser un nuevo tiempo de redención en el que añadiremos a nuestra matzá más historias de libertad. Las tradiciones de libertad nos guían a la irreductible y sana manía de creer siempre en un futuro mejor”, concluyó esperanzado.
Fuente: Telam