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Como un Rolling Stone: postales de la longevidad que se viene

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En estos días, en Chile, Argentina y otros países revolucionados con la gira de la gran banda británica, todos somos “stones”. Con el regreso de Mick Jagger (72), Keith Richards (72), Charly Watts (74) y Ron Woods (68) todos volvemos a sentirnos rebeldes y jóvenes, como esos Rolling que vienen de gira por el mundo desde… 1962! ¡Juntos los cuatro suman casi 300 años de vida! En el camino quedaron varios colegas muertos e infinidad de admiradores y groupies que no han podido seguir sus pasos.

¿Cómo es que han podido sobrevivir? ¿Por qué, pudiendo estar retirados disfrutando de las bondades de una isla privada, no lo hacen? La respuesta podría estar en el cambio que hoy existe en relación al concepto de envejecimiento. Ellos, con su imagen, están ayudando a redefinir el envejecer. De alguna manera, Jagger y sus amigos representan el ideal que muchos quisieran tener de sí: vitalidad en la postrimería y redención de juveniles exabruptos. Son supervivientes. Además, nos replantean el principio de “perro viejo no cambia”.

 

Nunca es tarde para el cambio

El desenfreno y lo infame de sus años juveniles, donde se mezclan droga, alcohol y rock and roll, quedaron atrás. Eso explica que Mick Jagger tenga un peso corporal al día de hoy de algo más de 73 kg y pueda correr un promedio de 15 kilómetros por concierto, según cita el tabloide ingles Daily Express. Por si fuera poco, sus desplazamientos los realiza sobre el antepie, como los “sprinters”, lo cual implica mayor sobrecarga musculo-esquelética y, por tanto, mayor gasto energético. Su entrenamiento incluye sesiones de carrera, natación y gimnasio; el yoga y Pilates son la razón de su buena postura y equilibrio; los “cambios de ritmo” o “entrenamientos de intervalo” los responsables de que no le falte el aire durante sus desplazamientos sobre el escenario, gracias a su resistencia anaeróbica. Su dieta en tiempos de gira tiene un alto contenido en granos y cereales, y es baja en grasas. Este cambio, lo acompaña con una troupe de masajistas, medico, entrenador, nutricionista, etc. Un cambio que, según el mismo, comenzó hace más de 15 años. Sus genes lo ayudan. El padre falleció a los 93 años, pero además era profesor de educación física, lo que hizo que el joven Mick esté muy familiarizado con el entrenamiento y la condición física desde joven. Se dice que su padre es el responsable de su fuerte ética de trabajo duro. Hoy Jagger lleva una conducta más parecida a la de un atleta de elite que lo que uno podría imaginar.

Hoy Jagger lleva una conducta más parecida a la de un atleta de elite que lo que uno podría imaginar

¿Qué hay del resto de la banda? Keith Richards confesó haberse alejando de la heroína en los 70’, y Ron Woods dice haber comenzado a tocar sobrio en los conciertos hace pocos años y en gran parte por su amor a la banda y a la pintura -una de sus pinturas se ha vendido en cerca de un millón de dólares-. De Charly Watts, el mayor de todos, se sabe poco, salvo que ha tenido un episodio coronario felizmente resuelto.

Se calcula que en los tours la banda emplea alrededor de 200 personas, muchos de ellos para su propio cuidado en salud. Asistir a un concierto de los Stones es ver un despliegue de lo más avanzado en la tecnología, pero, por sobre todo, de ganas, voluntad y energía de estos cuatro septuagenarios. Son la confirmación de algo que cada día cobra mayor robustez científica: estar activo a lo largo de la vida se acompaña de una mejor salud física y mental. La llave para un envejecimiento satisfactorio es estar comprometido. Que haya un proyecto. En ello estos rockers no van solos. Carlos Santana (68), Rod Steward (71), Bob Dylan (74), Paul Mc Cartney (73) son algunos más. Ninguno de ellos necesita del dinero tanto como de la actividad.

La llave para un envejecimiento satisfactorio es estar comprometido. Que haya un proyecto

 

La clave es el estilo de vida

Las investigaciones sugieren que a pesar de haber llevado una vida con estilos de vida contraproducentes para la salud, y sin llegar a un límite donde las consecuencias sean irreversibles, el futuro puede ser muy promisorio si estas se detienen y se favorece un cambio saludable.

Recuerdo un paciente que se lamentaba de haber “descubierto” los beneficios de la prescripción de actividad física regular a sus 65, luego de retirado de un alto cargo gerencial, y al que solía contestarle “usted lo ha descubierto, tarde pero al fin; muchos otros nunca lo descubrirán”.

Una o dos generaciones por detrás, una persona de 60 o 70 años era vista como un “jubilado”, alguien con poco por aportar. Cada día son y serán mas las personas que lleguen a vivir hasta esa edad. En Argentina, a una persona que cumple 60 años, le esperan en promedio de 23 a 25 años más de vida por delante.

Hoy, gracias al avance en la modificación del estilos de vida (no fumar, actividad física regular y dieta equilibrada), las cosas son diferentes. Por si fuera poco, los mayores de hoy tienen a favor ser más educados que esas generaciones previas, lo que ayuda a informarse, conocer, comprender y modificar hábitos.

La realidad, la nueva vejez, está sobre el escenario. A la vista de todos. ¿Pensaste que clase de “Stone” te gustaría ser?

 

Diego Bernardini es médico, especialista en adultos mayores y envejecimiento. Es autor del espacio Mayores en Buena Vibra, y autor del libro “De Vuelta”. Su sitio.

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