Dentro de poco, habrá más personas de 60 años que menores de 15 por primera vez en la historia de la humanidad. Es irreversible, así como los cambios sociales que acompañarán a este fenómeno. Esto demandará una reformulación de los actuales conceptos de trabajo, jubilación y otros. Argentina hoy cuenta con cerca del 15% de su población mayor de 60 años. El futuro llegó y la economía gris o plateada, como se la llama en el mundo, también.
La mayoría de las instituciones internacionales ya piensan y trabajan sobre cómo gestionar y sacar ventaja de este gran fenómeno demográfico llamado nueva longevidad
La Organización Mundial de la Salud, el G20, la Organización Internacional del Trabajo y el Fondo para la Población de las Naciones Unidas son algunas de ellas. La población de personas mayores crea nuevas demandas y hoy las necesidades están insatisfechas. Según la Unidad de Inteligencia del Economista, apenas el 30% de las grandes empresas y corporaciones del mundo han pensado o están implementando estrategias orientas a este sector de población.
Argentina, por si acaso, no es la excepción. Sirva como ejemplo que en nuestro país más del 90% de las personas en edad de retiro recibe una pensión. Esto significa que están bancarizadas. Sin embargo, apenas algo más del 30% utiliza el cajero automático, 20% no cuenta con tarjeta de débito y el 40% ubica en los bancos y las oficinas públicas el lugar más común de maltrato.
La señora Betty Galer, cuando dialogamos para mi libro “De vuelta: Diálogos con personas que vivieron mucho y lo cuentan bien”, me decía: “Ayer fui al banco a pagar una cuenta de ahorro y le pedí al chico que atendía al público que me ayudara porque para mí es un incordio el aparatito ese. Me trató tan mal, me trató como a una viejita. Me dejó esperando. Terminamos peleados, por supuesto. Me impresionó porque él no tenía nada contra mí, así trata él a las personas que salieron de la vida, ¿comprende? Es simple como eso”.
El sector bancario internacional ya tomó nota de esto. En 2015, en Estados Unidos se publicó un muy interesante reporte titulado “¿Qué podemos hacer para ayudar? Hacia un banca más amigable para mejorar el estado financiero del adulto mayor”. Su objetivo es la reorientación de productos y servicios. Evitar el abuso financiero, los servicios a bajo costo y productos personalizados son algunos de los beneficios a ofrecer. La realidad es que, tanto en Argentina como en casi todo el mundo, una población con cada día mayor cantidad de personas mayores ofrece oportunidades como pocas veces se ha visto.
¿Nuevos mercados?
Las nuevas generaciones que están arribando al momento de la jubilación o el retiro tienen dos características que las previas no han tenido: son las más educadas y las más ricas. Además, han sido combativas por sus derechos durante la vida. No esperemos que pasen sus últimas décadas de manera silente.
Mercados como la moda y el diseño, el entretenimiento, los servicios financieros y de salud se espera que tengan mayor demanda. La industria del cine ya ha tomado nota y en los últimos tiempos hemos visto una creciente cantidad de películas que tratan la vejez y el paso del tiempo. “Amor”, “Juventud”, “Siempre Alice” y “El Exótico hotel Marigold” son sólo algunas de las películas que abordan el tema.
La posibilidad de longevidad y calidad de vida pone a una gran parte del sector privado en la decisión de crear productos y servicios innovadores
En Argentina, a una persona que hoy llega a los 60 años le quedan estadísticamente por delante casi 22 años de expectativa de vida. En el mundo, la mayor parte del dinero hoy está en manos de personas mayores de 60 años. Las posibilidades que ofrece este sector de mercado parecerían no tener techo. Es una realidad.
Por ello, parece que el tiempo de un mundo con iniciativas más amigables para las personas mayores ha llegado. Pensar un mundo amigable para el mayor responde a una toma de decisión oportuna y efectiva.
El sector privado, por su naturaleza, suele responder más rápido que el sector público, que representa a los gobiernos a la hora de tomar decisiones. Sin embargo, Argentina hoy cuenta con una oportunidad única e histórica. Las tres jurisdicciones políticas están alineadas a la misma ideología que las gobierna, aunque en el tema de adultos mayores las velocidades de marcha parecen ser diferentes. Una velocidad que en el mercado para adultos mayores, con sus necesidades y sus demandas, aumenta día a día conforme aumentan sus integrantes, que en Argentina ya son más de seis millones de personas. Un número nada despreciable para el sector privado, el Gobierno y más.
Diego Bernardini es médico, especialista en adultos mayores y envejecimiento. Es autor del espacio Nueva Longevidad en Buena Vibra, y autor del libro “De Vuelta”. Su sitio.
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