Qué le pasa a tu cuerpo cuando dejas de tener sexo

Tener relaciones sexuales satisfactorias promueve tu bienestar en diversos planos. Qué le pasa a tu cuerpo cuando dejas de tener sexo.
Mujer y hombre pensativos, acostados en la cama, simbolizando falta de deseo sexual

Cuando una persona deja de tener relaciones sexuales, el cuerpo y la mente comienzan a experimentar una serie de cambios que pueden ser más profundos de lo que parecen. El sexo no solo cumple una función reproductiva: también tiene efectos directos sobre el equilibrio hormonal, la salud cardiovascular, la calidad del sueño y el bienestar emocional. Por eso, cuando se interrumpe por semanas o meses, algunos de esos beneficios comienzan a desaparecer poco a poco.

Máquina de escribir con una hoja en blanco con la palabra sexualidad escrita
La falta de actividad sexual puede alterar el equilibrio hormonal y el estado de ánimo.

Desde una perspectiva fisiológica, el cuerpo reduce la producción de endorfinas y oxitocina, hormonas asociadas al placer, la conexión y la relajación. Esto puede traducirse en más estrés, irritabilidad o problemas para dormir.

A nivel inmunológico, algunos estudios sugieren que la actividad sexual regular fortalece las defensas, por lo que al dejar de tener sexo, esa ventaja puede disminuir. En el plano emocional, la falta de contacto físico prolongado también puede impactar en la autoestima y en la sensación de conexión con la pareja o con uno mismo.

Dejar de tener sexo no es necesariamente negativo ni implica un daño irreversible, pero sí produce cambios que conviene conocer para entender mejor cómo influye la vida sexual en la salud integral. En esta nota te contamos qué le pasa realmente a tu cuerpo cuando dejas de tener sexo y cómo puedes compensar sus efectos para mantener el bienestar físico y emocional.

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Cuáles son las consecuencias de no tener sexo

El sexo no solo genera placer. Disfrutar del propio cuerpo y de sus zonas erógenas es una actividad -que puede ser individual o compartida- y que tiene muchas consecuencias positivas para nuestro organismo y nuestro bienestar. Sin embargo, la mayoría de las personas subestiman la importancia de mantener relaciones sexuales para nuestra salud.

Pareja homosexual abrazados en su hogar muy contentos ambos
Cuando deja de disfrutar la sexualidad, el cuerpo reduce la producción de endorfinas y oxitocina

Repasamos diferentes estudios u conclusiones de investigaciones científicas sobre el tema. Aquí, lo que dicen los expertos sobre qué le pasa a tu cuerpo cuando dejas de tener relaciones sexuales.

1. Te enfermas más seguido.

La falta de sexo hace que tu sistema inmunológico se debilite. Es por eso que los gérmenes afectan tu cuerpo con mayor facilidad, haciendo que te resfríes o te agarre gripe más seguido.

2. Pierdes el deseo sexual.

Cuando dejas de tener relaciones por un tiempo, la producción de hormonas se reduce. Por eso, a medida que avanza el período de sequía vas a sentir cada vez menos ganas de tener sexo. Es un círculo vicioso que te aleja del disfrute del cuerpo cada vez más.

Hombre y mujer en la cama besándose en una foto apta para todas las edades
El contacto íntimo estimula el sistema inmunológico y mejora el descanso.

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3. Aumentan tus niveles de estrés

Tener relaciones puede reducir significativamente nuestros niveles de estrés y hacernos sentir más relajados. Por eso dejar de tener sexo nos hace sentir más agobiados y acelerados. La descarga de intensidad que supone un orgasmo baja los niveles de cortisol.

4. Te resulta más difícil “despertarte”

No, no estamos hablando de salir de la cama por la mañana. Después de un período de inactividad sexual, a los hombres les cuesta más conseguir una erección y a las mujeres les resulta más difícil alcanzar el orgasmo.

persona sola en una habitación, representando cambios emocionales por abstinencia sexual
Dejar de tener sexo no daña la salud, pero sí cambia el cuerpo y la mente.

5. Genera distancia emocional en la pareja

Cuando una pareja deja de mantener relaciones frecuentes, la distancia interpersonal entre ellos se agranda. De hecho, puede generar dudas e incertidumbres sobre la pareja. Mala noticia para las relaciones a larga distancia.

6. Tu autoestima disminuye

Esto no es una sorpresa. Cuando dejamos de tener sexo, nuestra estima personal se ve afectada porque no nos sentimos deseados. Además, durante el sexo liberamos endorfinas y hormonas que aumentan nuestro bienestar.

Hombre pensativo en la cama simbolizando falta de deseo sexual
La falta de deseo sexual se puede tratar. Foto: Bigstock

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7. Aumentan las probabilidades de sufrir depresión

Está demostrado que la falta de sexo puede aumentar las probabilidades de depresión. Esta consecuencia afecta tanto a hombres como mujeres, pero especialmente a aquellos que se encuentran casados.

Tener relaciones más seguido no es solo una cuestión de mantener “la chispa” sino que también puede ayudar a evitar esta enfermedad.

8. Aumenta el riesgo de padecer cáncer en los hombres

Distintos estudios demostraron que dejar de tener sexo puede hacer que el riesgo de cáncer de próstata en hombres sea mayor.

Como si necesitáramos más motivos para tener sexo, ¿verdad?

Falta de deseo sexual: las causas

La falta de deseo sexual es mucho más común de lo que se cree y puede aparecer en cualquier etapa de la vida. No siempre se trata de un problema físico: en la mayoría de los casos intervienen factores emocionales, hormonales y de estilo de vida que influyen directamente en el deseo. Estrés, cansancio, conflictos de pareja, ansiedad o incluso una mala alimentación pueden alterar el equilibrio que sostiene la libido.

Tener menos ganas de tener sexo no significa que haya “algo mal”, pero sí es una señal de que el cuerpo o la mente están pidiendo atención. En las mujeres, los cambios hormonales relacionados con el ciclo menstrual, el embarazo o la menopausia pueden ser determinantes. En los hombres, el estrés laboral, la falta de descanso o la presión por el rendimiento sexual suelen ser las causas más frecuentes.

Recuperar el deseo no pasa solo por lo físico. Requiere reconectar con el propio cuerpo, cuidar la salud mental, revisar la comunicación en la pareja y recuperar el placer como una experiencia integral. En esta nota te contamos por qué baja el deseo sexual, qué lo causa y qué puedes hacer para volver a sentirte bien contigo y con tu vida sexual.

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Tami Ararat

Tami Ararat es periodista y terapeuta, especialista en vínculos. Escribe sobre relaciones, pareja y las nuevas formas del amor.