Según algunas estimaciones, incluidas las de la ONU, el 70% de la población mundial vivirá en ciudades en 2050. Estas concentraciones humanas que representan el ápice de la evolución humana tal como la entendemos hoy en día son responsables de la generación del 80% de la riqueza mundial pero sin embargo las ciudades se enfrentan a grandes desafíos globales: económicos, demográficos, sociales y ambientales.
Es de vital importancia que nuestras ciudades sean capaces de satisfacerlas y superarlas; lo que significa que las ciudades mundiales sostenibles y habitables son esenciales para un futuro próspero. Pero no todas enfrentan el porvenir de la misma manera. Algunas, al parecer, vienen trabajando en pos de la concientización y del efectivo cambio en los estándares de vida pero otras están tratando de resolver otros asuntos prioritarios.
A diferencia de la mayoría de las otras clasificaciones que se centran en un área (por ejemplo, cómo funcionan las ciudades en relación con la tecnología o el medio ambiente), el índice anual Cities in Motion del IESE examina todos los aspectos que conforman la sostenibilidad y la calidad de vida en 181 ciudades clave.
Bajo la dirección de Pascual Berrone y Joan Enric Ricart del IESE, el índice tiene en cuenta 77 indicadores que cubren 10 dimensiones distintas de la vida urbana: la economía, la tecnología, el capital humano, la cohesión social, el alcance internacional, el medio ambiente, la movilidad y el transporte, la planificación urbana, gestión pública y gobernanza. Para poder estar en la vanguardia de las ciudades de la lista, una ciudad debe funcionar bien a través de una gama de métricas, no apenas en un área. Tampoco hay lugar para la complacencia en este índice, ya que incluso las ciudades mejor calificadas tienen áreas en las cuales deben enfocarse y mejorar.
“En un momento en el que las ciudades se enfrentan a retos imprevistos, nuestro objetivo principal es el de crear conocimiento y herramientas innovadoras que generen gobiernos locales más inteligentes” explican desde el IESE.
Según el índice, Nueva York (Estados Unidos), Londres (Reino Unido) y París (Francia) son las tres ciudades del mundo que realizan el mejor trabajo a través de una variedad de métricas. Nueva York ocupa el primer lugar en Economía, la tercera en Tecnología y la cuarta en Capital Humano, Gestión Pública, Gobierno, Alcance Internacional y Movilidad y Transporte. Sin embargo, todavía se desempeña mal en lo que respecta a la Cohesión Social, en la que ocupa el puesto 161 de 181. Esta dimensión es también una de las mayores debilidades de Londres (129ª) y París (91ª). La cohesión social mide la desigualdad, la tasa de desempleo, los precios de la propiedad y la proporción de mujeres trabajadoras, entre otros aspectos.
Otras tres ciudades americanas (San Francisco 4ta, Boston 5ta y Chicago 7ma), otras dos ciudades europeas (Amsterdam 6ª y Ginebra 9ª) y Seúl (8ª) y Sydney (10ª), completan el top 10. En el extremo opuesto las dos ciudades con la clasificación más baja son Lagos (Nigeria) y Karachi (Pakistán).
Mirando más a fondo el ranking, está claro que un número de ciudades que ocupan posicions de mitad de tabla del ranking muestran un gran potencial de mejora y están evolucionando rápidamente. Estas incluyen metrópolis latinoamericanas como Quito, Lima, Monterrey y Santo Domingo, y las ciudades asiáticas de Shenzhen, Cantón y Ho Chi Minh. Mientras tanto, una mirada a las clasificaciones de la ciudad a través de los indicadores revela un grupo de ciudades positivamente equilibradas, con puntuaciones relativamente altas en todas las áreas como Amsterdam, Sydney, Berlín, Bruselas, Munich, Melbourne, Seúl y Estocolmo.
Si bien Santiago de Chile es considerada la ciudad más inteligente de la región ubicándose en el puesto 80, tres argentinas forman parte del ranking de 180 metrópolis que describe Cities in motion: la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en el puesto 85, Córdoba capital en el 106 y Rosario en el 134.
Según este informe, de las 181 metrópolis del mundo estudiadas, tres españolas, Barcelona, Madrid y Valencia, se sitúan entre las 50 primeras, aunque ninguna de ellas está en el top diez mundial: Barcelona está en el número 33, Madrid le sigue en el 34, y Valencia en el 49.
La tarea pendiente que comparten la Ciudad Condal y la capital española es, apunta Berrone, la “falta de cohesión social y la dificultad de acceder para un porcentaje de la población a elementos como el trabajo o la vivienda”.
El punto fuerte de Valencia está en la planificación urbana, donde ocupa el 16º puesto mundial. Esta categoría valora desde el número de personas que viven por hogar a la cantidad de tiendas de bicicletas abiertas. En el puesto 58 se encuentra Málaga, con una notable fortaleza en proyección internacional, siendo la octava mundial. A Coruña, en la posición 60 de la tabla, sobresale con el sexto puesto en planificación urbana. Sevilla, en el número 67 del ranking global, destaca en la categoría de medio ambiente, donde es la 26ª. La última ciudad española es Bilbao, en el puesto 69 del ranking.
Entre las ciudades colombianas se encuentran Medellín en el puesto 99, Bogotá 111 y Cali 126. De las mexicanas destacan el DF en el puesto 100, Monterrey en el 102 y Guadalajara en el 116.
Además, entre otras ciudades latinoamericanas están Montevideo en el puesto 121 y Lima en el 122, Quito en el 132, Guayaquil en el 148 y La Paz en el 168.
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