La marca Crocs, que empezó a comercializarse en 2002 en Florida (Estados Unidos), ya ha vendido más de 300 millones de pares de zuecos de caucho en 90 países del mundo. Por su tacto, su comodidad y su flotabilidad, son populares tanto entre niños como entre mayores. Sus fanáticos los consideran prácticos, cómodos, fáciles de lavar e ideal para tiempos de playa. Pero los podólogos no están tan felices con ellos.
“Por desgracia, no son adecuados para llevarlos puestos todo el día”, comentó al Huffington Post la doctora Megan Leahy, una podóloga de Chicago que trabaja en el Illinois Bone and Joint Institute (Instituto de Huesos y Articulaciones de Illinois).
Aunque “proporcionan un buen apoyo para el puente del pie”, la experta advierte que no se debe abusar de este calzado porque “no asegura el talón de una forma apropiada. Si el talón no está bien sujeto, tendemos a apretar los dedos, cosa que puede causar tendinitis o empeorar los problemas en las uñas, las deformidades en los dedos, los callos y las durezas. Las consecuencias pueden ser las mismas con cualquier chancla o zapato sin sujeción en el talón”.
La parte posterior de este calzado no sostiene bien el talón. De esta manera, el talón de aquiles, una de las fibras más débiles del pie, sufre el riesgo de quebrarse o sufrir una tendinopatía
El doctor Alex Kor, presidente de la American Academy of Podiatric Sports Medicine (Academia Estadounidense de Medicina Podológica Deportiva), explica al HuffPost que la parte más importante de un zapato es la que une la zona sobre la que apoyan los dedos con la parte del tacón. “Es más probable que duelan los pies si los zapatos se doblan por el área del puente”, aclara Kor.
Los zuecos de caucho, según Kor, son “el prototipo perfecto de calzado con puente flexible… En otras palabras: a diario vienen a mi consulta pacientes que se quejan de dolor en el puente o en el talón y es porque llevan estos zuecos”, explica.
“Únicamente hay dos tipos de pacientes a los que les puede venir bien usar estos zuecos: a aquellos que tienen el puente muy marcado o a aquellos que sufran de edema en las piernas o en los tobillos”, asegura Kor. “Yo no recomendaría llevarlos durante 8 o 10 horas bajo ningún concepto”.
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