Tener el auto en condiciones es fundamental para prevenir accidentes. Para salir a la calle o a la ruta, debemos comprobar que todos los componentes y accesorios estén en buen estado: entre ellos, los distintos tipos de luces, que son claves en tu nivel de visión. Un farol quemado o que no ilumina con toda la potencia es un riesgo para los que viajan en el coche y para los demás.
Es importante saber que las luces sirven para ver y para ser visto: no solo alumbran el lugar donde nos movemos sino que son un elemento clave para avisar a los demás que estamos ahí. Es más: en un auto, los diferentes tipos de luces tienen una función de “comunicación” que todos los que manejan comparten. Un buen conductor sabe qué luces encender en cada momento y cómo interpretar los cambios de luces en los demás.
Tipos de luces para auto
Para chequear que el alumbrado de tu vehículo sea el adecuado y que todo esté en perfectas condiciones es importante revisar todos los componentes de iluminación del auto (las luces traseras, de freno, marcha atrás y antiniebla) y comprobar el estado de los faros es fundamental.
Cada luz del coche cumple una función determinada. Es clave entender cómo deben iluminar, cuáles son las mejores opciones y reemplazar las que se encuentren deterioradas.
Luz corta o luz de ver
La luz corta es una de las principales porque es la más utilizada. Se usa durante la noche pero también a lo largo del día para aumentar la visibilidad (de hecho, es obligación en algunos distritos). Ese nivel es uso, justamente, es el que hace que se desgasten. Revisarlas periódicamente es fundamental.
Luz larga
La luz larga o de ruta es una luz muy intensa que permite ver de noche a una gran distancia. Es indispensable para circular en ruta y se alterna con la corta para no encandilar al que está adelante o viene en sentido contrario.
A la vez, las luces de largo alcance se usan para “avisar” que estamos allí en condiciones climáticas que reducen la visibilidad, como ocurre en el caso de tormentas o niebla. Son grandes aliadas en situaciones extremas.
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Luz de retroceso
La luz de marcha atrás consiste en dos faroles blancos en la parte trasera del auto que advierten que el vehículo circula en ese sentido. También se enciende a la hora de realizar maniobras, lo que resulta muy útil de noche o al estacionar en lugares cerrados. Se trata de una luz pensada para ser vista por otros: no contribuye a nuestra visión.
Luz antiniebla
Como su nombre lo indica, los faros antiniebla son para aumentar la visibilidad en períodos de niebla densa. Hay dos tipos:
- Delantera: los faroles antinieblas delanteros son importantes para ver cuando las luces de corto o largo alcance son insuficientes. Si bien no son obligatorios y no todos los autos los tienen, son altamente recomendables y podríamos incluso agregarlos para mayor seguridad.
- Trasera: los faroles antinieblas traseros están pensados para que los demás conductores adviertan la presencia de nuestro vehículo. Se activan de forma manual cuando las condiciones del clima lo requieren.
Luces de posición
Estas luces son de color rojo y se activan automáticamente junto con las luces cortas, largas y antinieblas. Son importantes ya que advierten a los demás conductores el ancho del vehículo y, como su nombre lo indica, su posición.
Luz intermitente
Más conocida como guiño o luz de giro, este tipo de luz se enciende de forma intermitente para informar nuestra intención de realizar una maniobra cuando sea seguro. El uso de la luz direccional es clave para evitar accidentes, por lo que debe estar siempre en óptimas condiciones. De no ser así, el conductor que viene atrás nuestro no será capaz de predecir nuestros movimientos.
Balizas
Las balizas también son luces intermitentes, pero, a diferencia de las de giro, se usan cuando nos detenemos en la calle o la ruta o en casos de emergencias. Se deben encender para indicar que el auto está frenado. También son recomendables en estaciones de peaje, zonas peligrosas o durante la ejecución de maniobras riesgosas.
Luz de freno
Como dice su nombre, la luz de freno advierte a los demás conductores que vamos a frenar la velocidad del vehículo. Se trata de un mecanismo de seguridad que se activa de forma automática al pisar el freno. Es clave chequear que funcionan bien.
Cómo mantener las luces en buen estado
Las luces de los autos se pueden deteriorar con el paso del tiempo. Es frecuente que, en algún momento, las luces delanteras alumbren de forma despareja o que alguna se queme, se rompa o pierda intensidad. Es un desgaste normal, que puede estar asociado al uso o a factores ambientales. Para alargar su vida útil podés comprar algunos dispositivos que prolonguen la vida del sistema de iluminación. Además, seguí estos consejos:
- De par en par: si vamos a cambiar las lámparas del auto, es fundamental hacerlo en pares. Si solo modificamos la que tiene una falla se puede generar una disparidad de luz entre ambos focos que perjudica a los demás conductores y te pone en riesgo. Las pupilas se desorientan frente al cambio de luz y la otra persona puede no percibir la totalidad del tamaño de nuestro vehículo. Es una cuestión de seguridad que previene accidentes.
- Los extremos son malos: el exceso de brillo también puede ser un problema y hay faros que generan un encandilamiento que puede provocar ceguera temporal en los demás conductores. Además, nuestra propia visión se ve afectada con demasiada intensidad luminosa. Si tu coche trae de fábrica este tipo de faros podés recurrir a mecanismos de iluminación que reemplacen los tradicionales.
- Luces LED para autos: los faros auxiliares LED son súper recomendables si queremos que las luces de nuestro auto duren más y brinden un mejor tipo de iluminación. Estos focos imitan la luz del sol, generando una luz blanca pero con la intensidad justa para ver los colores más vivos y con menos fatiga al manejar durante la noche.
- Luces de xenon: otra alternativa a los focos tradicionales son aquellos hechos de xenón, un tipo de gas que se calienta con electricidad y otorga una luz muy potente. Podemos incorporar estos faros en lugar de los que vienen de fábrica. Son de cristal al igual que los halógenos pero se diferencian por el contenido. Muchas personas eligen este tipo de luz porque alumbra mejor, es muy estética y consume poca energía, lo que evita una recarga del sistema eléctrico del auto. Además, vienen en varios colores para quienes les gusta personalizar el auto.
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