Para quienes quieran saber qué nos depara a corto y medio plazo la tecnología (y es algo que a esta altura nos interesa a todos), es importante seguirle la pista a todos los esfuerzos que están haciendo las empresas de telecomunicaciones para dejar a punto la tecnología 5G.
El 5G es una red que permite una mayor velocidad de conexión, aunque esta no es la principal virtud de la nueva red. Una de las principales tendencias del mercado es el crecimiento de los dispositivos conectados al Internet de las cosas. Actualmente no existen muchos dispositivos, pero se estima que, en un futuro próximo, el número de dispositivos conectados aumente de forma exponencial.
Un interesante concepto sobre las redes de telefonía es la densidad de dispositivos por kilómetro cuadrado a las que una antena de teléfonía puede responder. Ya hemos visto en la actualidad que en ciertas zonas con una gran densidad de población tienen menores velocidades de conexión debido a la gran cantidad de dispositivos conectados.
Las ciudades serán las grandes beneficiadas
La conectividad 5G está destinada a ser la qjue origine una verdadera revolución del modo en el que funcionan las cosas en las ciudades. La nueva velocidad de conexión supondrá nuevos retos y oportunidades tanto en el funcionamiento de los centros urbanos tanto en su condición de ciudades como en su papel como destinos turísticos.
Según Huawei, para el año 2025 se espera que existan 100.000 millones de dispositivos conectados a Internet. Teniendo en cuenta que en la actualidad somos cerca de 7.000 millones de seres humanos en la tierra, las previsiones afirman a que existan unos 15 dispositivos conectados por cada ser humano en la tierra.
Un informe publicado recientemente en Reino Unido y realizado por las compañías Juniper Research y la operadora O2, aborda precisamente el contexto tecnológico que generará la conectividad 5G para los ciudadanos.
Según el estudio, el 5G actualizará el sistema operativo de nuestras ciudades, haciéndolas más inteligentes y creando beneficios tangibles para los ciudadanos y las administraciones locales, además de generar miles de millones en productividad y ahorros para la economía de los destinos.
Del estudio se desprende que el transporte urbano va a ser uno de los segmentos que más se beneficiarán con esta nueva tecnología. Los sensores 5G instalados en líneas ferroviarias impulsarán las mejoras en el mantenimiento predictivo, recuperando cientos de millones en productividad y el funcionamiento de todas las líneas de cercanías.
Mientras tanto, los sistemas de gestión vial habilitados con 5G serán capaces de responder sin problemas a altos volúmenes de tráfico, reducirán en un 10 por ciento el tiempo de permanencia en una congestión de tráfico, según los cálculos reflejados en el informe.
Es probable que la tecnología 5G tenga también gran impacto en las empresas. Las redes 5G podrán alimentar autos sin conductor, realidad virtual y ciudades inteligentes. Esto podría conducir a nuevos procedimientos quirúrgicos, transporte más seguro y una comunicación más rápida con los primeros en responder en emergencias.
Las claves de la tecnología 5G
Todo lo que contamos podrá ocurrir principalmente porque el 5G nos va a permitir alcanzar velocidades de transferencia con picos de hasta 20 Gbps. Esta cifra es muy superior al Gbps que soporta el estándar 4G en condiciones ideales y en movilidad baja. Y, lo que es más importante, su tasa de transferencia media no será inferior a los 100 Mbps, una velocidad superior a la que muchas personas disfrutan hoy en día en sus casas gracias a sus conexiones de fibra óptica.
Por otro lado, las redes 5G serán capaces de absorber una densidad de usuarios mucho mayor que las redes 3G y 4G actuales, por lo que podrán administrar el tráfico de paquetes de datos de una forma más eficiente, previniendo con más eficacia las congestiones.
Otra aplicación muy evidente de la que todas las empresas involucradas en el desarrollo de la tecnología 5G hablan es el «Internet de las cosas». Y es que la mínima latencia de esta tecnología (la latencia es el tiempo que un dispositivo tarda en comunicarse con otros) hará interesante que muchos más dispositivos cuenten con una conexión a Internet permanente allá donde la inmediatez es esencial.
Y no solo aparatos informáticos, sino también electrodomésticos y elementos de los que nos llevamos encima cuando salimos de casa. Quizás la llegada de la conectividad 5G contribuya al despegue definitivo de los wearables o la tecnología «vestible».
Solo nos queda esperar para comprobar si realmente todas estas promesas devienen en mejoras palpables en nuestra calidad de vida.
Fuentes: SmartTravel / WeLiveSecurity / Xataka / ClaDirect