Finalmente salió de su hangar el Airlander 10, la aeronave más grande del mundo que con sus 92 metros de largo, 43 de ancho y 25 de alto es un híbrido entre un avión y un dirigible.
Capaz de despegar verticalmente y horizontalmente, una compañía británica ha superado los 25 millones de libras, (alrededor de 33 millones de dólares), tratando de conseguir que el Airlander 10 se convierta en una realidad, según datos de la BBC.
La aeronave ha estado en desarrollo durante casi 10 años, primero por el Ejército de EE.UU., y luego, en sus últimas etapas, por una compañía llamada Hybrid Air Vehicles, que retomó su construcción en un hangar en Bedfordshire, alrededor de 40 kilometros al noroeste de Londres.
La compañía dice que se puede utilizar para una variedad de propósitos, desde vigilancia (que era el objetivo principal del ejercito americano) hasta para transporte de pasajeros pasando por las comunicaciones, el transporte de carga y las misiones humanitarias.
Lo cierto es que a pesar de las dudas generadas, El Airlander 10, este híbrido avión-dirigible, se puso finalmente a prueba en el mayor hangar del Reino Unido en el campo de aviación de Cardington, Bedfordshire.
El avión salió con sólo unos pocos centímetros de sobra a través de las puertas del hangar y luego fue remolcado durante 30 minutos a su sitio de prueba.
Allí se completaron los ensayos en sus motores, generadores y sistemas mientras que quedaron pendientes las pruebas de los sistemas de tierra que se llevarán a cabo en breve.
La fecha de su primer vuelo aún no se ha anunciado.
La máquina es aproximadamente 18 metros más larga que los aviones de pasajeros más grandes.
Fue el debut público de la embarcación, bautizada con el nombre Martha Gwyn.