En el año 2012, tomando en cuenta los aciertos de investigaciones y desarrollos recientes, científicos de la NASA comenzaron a utilizar y dar a conocer el concepto de “Gemelo Digital” pero aún así, pocos imaginaban el poder que iba a tener esta idea futurista en la industria.
Un gemelo digital es un modelo virtual de un proceso, producto o servicio. Este emparejamiento de los mundos virtual y físico permite el análisis de datos y el monitoreo de sistemas para evitar problemas antes de que se produzcan, prevenir tiempos de inactividad, desarrollar nuevas oportunidades e incluso planificar el futuro mediante simulaciones.
Gracias al Internet de las Cosas, somos capaces de dotar de inteligencia a toda la cantidad de información obtenida por diversas vías. Lo que hace mejorar y personalizar todos los aspectos de nuestra vida.
Dispositivos conectados con sus grandes masas de datos y las analíticas derivadas de ellas. Estos elementos, tan asociados al Internet de las Cosas, toman un cariz diferente de la mano de General Electric. Lo llaman Internet Industrial y deviene en conectar, a través de un sistema tecnológico abierto y global, diferentes máquinas que gracias a un software de analítica y diagnóstico de producto permite aumentar la productividad a través de procesos más eficientes y automatizados.
«El Internet de las Cosas es un concepto muy amplio que habla de dispositivos conectados. En el Internet Industrial, creemos que conectar las máquinas clásicas es más importante para cambiar los actuales centros de producción», introduce el concepto el vicepresidente de Investigación en Software de General Electric, Colin Parris
De este modo, los gemelos digitales permitirán a los ingenieros y científicos rastrear los datos en esta representación alternativa, un avance que evita el tiempo de inactividad, el desarrollo de nuevas oportunidades y la eliminación de cualquier problema que pueda ocurrir en la producción de materiales y productos.
Ampliando esta idea, podemos decir que un gemelo digital es un modelo virtual idéntico al producto o espacio que deseamos, el cual puede encontrarse en fase de diseño o encontrarse ya construido. Actualmente existen diferentes tecnologías en el mercado para desarrollar el modelo digital.
Disponiendo de nuestro gemelo digital con toda la información que podamos necesitar, utilizaremos los datos e inteligencia para que una empresa pueda optimizar su negocio, comprenderlo y predecir situaciones para que las tomas de decisiones para la empresa se traduzcan en una mayor competitividad.
Otro punto interesante de este doble digital es que se trata de sistemas que aprenden, gracias a algoritmos de machine learning, y optimizan cada vez más el proceso.
Pero, ¿qué significa esto para los simples mortales? ¿Los gemelos digitales solo son relevantes para las máquinas? o ¿Podremos aplicar el fenómeno a otras entidades como nosotros?
Lo cierto es que grandes compañías como Google, Amazon o Apple crean perfiles digitales de sus consumidores reales: «Tienen un modelo de mí. Saben lo que busco en internet, lo que miro en Google Earth, qué me gusta, qué pienso…y todos estos datos los venden a compañías de publicidad. Así funciona Google», explica Parris.
Pero sin duda el gemelo digital finalmente se aplicará a los humanos de modos más amplios. Esto significa que nuestra vida cotidiana, nuestras relaciones y otros elementos cruciales podrían ser controlados y manejados por nuestras versiones digitales.
Por ejemplo, para quien esté buscando reiniciar un compromiso con su salud, los gemelos digitales humanos podrían ayudar a crear planes de atención médica, aumentando las medidas preventivas cuando se trata de enfermedades. O tal vez, a quienes le interesan las nuevas empresas o le gustaría que la existente sea más rentable, el concepto de gemelos digitales podría ayudar a las empresas a monetizar mejor a los consumidores.
Las huellas dactilares digitales se cruzan: desde gustos, retweets, publicaciones y participaciones, hasta descargas de aplicaciones, clics de sitios web y búsquedas de palabras clave. El ADN digital podría ser la palabra de moda para 2018.
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