Fiel a la misión de salvar a su princesa, el fontanero Super Mario cumplió el 13 de septiembre 30 años, convertido en referente cultural de la industria del videojuego y en esperanza viva del futuro de una Nintendo que no pasa por su mejor momento.
En tres décadas, Mario no se ha afeitado el bigote, ni se ha cambiado mucho de ropa y apenas ha articulado tres frases: rescatar al ser amado de las garras de un villano no deja mucho tiempo para florituras. Pero entregado a su inconsciente convicción aventurera ha sido capaz de irse adaptando a los distintos aires de la industria del ocio interactivo.
Ha vendido 310 millones de videojuegos, es un referente para los creadores y ha terminado por ser un icono de la cultura popular: su figura lo mismo decora el cierre de fontanerías que sirve de disfraz en carnaval. ¿Cómo es posible que un fontanero bajito, feo y callado haya logrado esta proeza en una sociedad que premia la espectacularidad y la belleza?
El secreto del éxito
“Su éxito y relevancia cultural no responden a una sola causa, pero la principal es su normalidad, su imagen de héroe cotidiano. (…) Cualquiera puede identificarse con él y cogerle cariño”, ha indicado el director de la revista especializada “FS Gamer”, Antonio Santo. “Además, es como un dibujo a medio hacer: tiene suficientes características para hacerlo reconocible (el bigote, la gorra…), pero tenemos que completarlo con nuestra imaginación: no habla, no sabemos realmente de dónde es ni qué hace un fontanero en un mundo de fantasía…”
Para José Arcas, responsable de la consultora Umami Games, no hay duda: sus juegos -hay decenas en el mercado- son divertidos desde el minuto uno y entretienen por igual a jugadores expertos y casuales. Se trata de juegos de habilidad que huyen de la frustración y carecen de violencia, características defendidas hasta la saciedad por su creador, Shigeru Miyamoto. “El talento de Nintendo y su compromiso con la calidad son claves: no se permiten bajar el nivel con Mario. Treinta años de lanzar grandes juegos son muchos, no se me ocurre ninguna franquicia tan consistente”, ha comentado Santos.
Arcas, que trabajó durante años en Nintendo, concibe a Mario como un “estandarte de calidad” capaz de reinventarse sin prisas ni experimentos raros. “Tiene una naturaleza camaleónica. Mario no es nada en concreto, decimos que es fontanero pero fontanería es prácticamente lo único que no ha hecho y ¡técnicamente se inventó como un carpintero! Lo mismo juega al golf que al tenis, igual lucha en un ring que salva el Reino Champiñón”, ha destacado Santos. Según el periodista, se ha adaptado a todo tipo de mecánicas de juego y así ha llegado a audiencias muy distintas.
13 de septiembre de 1985
Un 13 de septiembre de 1985, cuando la industria del ocio interactivo pasaba un bache importante, vio la luz “Super Mario Bros.”, un título diferente que revolucionó el concepto de videojuego. Aunque Mario ya existía antes del nacimiento de “Super Mario Bros.”: su personaje aparecía en “Donkey Kong” (1981), un título para máquinas recreativas. Las limitaciones tecnológicas fueron las culpables de su estilo básico -gorro, mono y enorme bigote-, que no ha dejado de lado pese al avance de los tiempos. Sólo sabemos de él que es un fontanero que se convierte en héroe por amor. “La narrativa siempre ha tenido un papel secundario en comparación con la jugabilidad y la diversión. (…) Es como decir ‘soy tan bueno que no me tengo que entretener a contarte mi vida para que disfrutes conmigo'”, ha relatado Arcas.
Ahora que las cuentas de Nintendo se resienten -su consola Wii U no ha logrado las ventas deseadas-, muchos se preguntan si el futuro de la compañía pasa porque Mario y otros de sus personajes icónicos aterricen en teléfonos móviles. “No me cabe ninguna duda y además no creo que tarde mucho. La entrada de Nintendo en el mercado móvil va a ser de aúpa”, ha dicho Santos. “Nintendo nunca ha estado en verdaderos problemas económicos porque tenía en el bolsillo la solución del problema: adaptar cualquiera de sus propiedades intelectuales para móviles”, ha añadido.
Arcas ha apuntado que Mario llegará a los móviles si Nintendo encuentra un beneficio claro para la experiencia de juego. “Mario no sólo representa a Nintendo, es casi un icono universal de los videojuegos, y eso otorga a Nintendo una enorme fuerza simbólica”, ha complementado Santos. “Va a sobrevivir otros 30 años. No sé dónde ni cómo jugaremos con él, pero sabe reinventarse y Nintendo va a saber canalizar los momentos en los que Mario tiene algo que decir”, ha finalizado Arcas. Vayas donde vayas, Mario, felices 30.