Es un signo de época: nuestros teléfonos se convirtieron en una extensión de nosotros mismos. Nos entretienen, nos conectan, nos mantienen informados y nos permiten explorar nuestras pasiones, rememorar nuestros mejores momentos y contar al mundo en tiempo real cualquier cosa. No hay duda: los amamos porque facilitan muchísimas cosas… Pero tantas bondades no alcanzan para subestimar un costado negativo que vale la pena reconocer para revisar algunos hábitos: la forma en que usamos el celular tiene muchos signos de lo que los expertos llaman “adicción” y están afectando nuestras relaciones personales, generando distancias justamente con quienes están más cerca físicamente.
Es lo que revela el estudio Motorola Phone-Life Balance, que se llevó a cabo a fines del 2017 en distintos países para investigar cómo es nuestra relación actual con el teléfono movil. Sus conclusiones dejan mucho que pensar: según sus datos, el celular es genial para acercarnos a quienes vemos poco o están lejos, pero está amenazando el contacto personal con nuestros seres más cercanos, como la pareja, la familia o los amigos.
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El problema está en el equilibro… O, mejor dicho, en el desequilibrio que caracteriza al vínculo que empezamos a entablar con el teléfono en los últimos años. Es justamente allí donde tenemos que poner el foco y cambiar hábitos, porque, sin querer, hemos convertido a un gran aliado de la cercanía en un factor de distanciamento. Logramos que aquello que fue creado para conectar termine generando el efecto contrario: nos desconecta muchas veces de lo más importante: el presente, la mirada, un abrazo, una charla, una pausa que genera la intimidad que nutre nuestros vínculos más importantes.
¿Cómo podemos saber en qué momento cruzamos la línea que convierte el uso del teléfono móvil en una conducta inapropiada?
La apuesta de Motorola fue indagar en las formas que fue asumiendo en los últimos años la relación de las personas con su teléfono celular. “Como creadores del primer teléfono móvil de la historia nos sentimos responsables de analizar el impacto de esta tecnología de rápida evolución y el deseo de tenerla, sin que se convierta en el centro de nuestras vidas. Por eso creamos Phone life balance: un concepto que resume nuestra visión sobre el equilibrio saludable entre el uso del smartphone y la vida personal”, explicó Valeria Fernández, gerente de Marketing de Motorola Argentina.
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Para conocer este impacto, Motorola realizó un estudio global en colaboración con la doctora Nancy Etcoff, una reconocida experta en la conducta Mente-Cerebro y Ciencia de la Felicidad de la Universidad de Harvard. El estudio, publicado por Ipsos, analiza los comportamientos y hábitos de uso del teléfono en diferentes generaciones para comprender el impacto de los smartphones en nuestras relaciones con uno mismo, con los demás y con el entorno físico y social.
“Para la mayoría de los usuarios de teléfonos inteligentes, los comportamientos problemáticos consisten en respuestas inconscientes y malos hábitos que requieren de ayuda para superarlos”, afirma la doctora Etcoff
“Los pequeños cambios de conducta, el control del entorno y la atención plena son herramientas útiles para este propósito, al igual que los esfuerzos que realizan las empresas de la industria de los smartphones. El amplio patrón social que revela esta encuesta llevada a cabo en varios países señala la necesidad del entendimiento y accionar colectivo”, agregó la experta.
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Cuando el celular aleja y desconecta
El estudio manifiesta que muchos usuarios anteponen el uso del teléfono móvil a las relaciones con sus seres queridos. Los resultados que más preocupan se encuentran en las generaciones más jóvenes que han crecido en un mundo digital.
Los resultados también revelan que los usuarios admiten la necesidad de alcanzar un equilibrio en ese aspecto y piden ayuda para lograrlo:
● Importancia del teléfono: 33% de los encuestados da prioridad a su smartphone sobre la interacción con sus seres queridos y el tiempo que pasan con ellos.
● Factores generacionales: Los trastornos relacionados con los smartphones son más habituales entre las generaciones más jóvenes.
El 53% de los encuestados de la Generación Z considera que su smartphone es su mejor amigo
● Búsqueda de ayuda: Los usuarios quieren encontrar un equilibrio entre su vida personal y el uso del teléfono móvil. De hecho, el 61% de los encuestados dice que quiere sacar el mayor provecho de su teléfono cuando lo está utilizando, pero pide ayuda para desconectarse cuando no lo está haciendo.
● Separación de su vida personal: 60% afirma que es importante tener una vida propia al margen de sus teléfonos.
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Adicciones y otros trastornos
El estudio identificó tres grandes comportamientos problemáticos relacionados con los smartphones que afectan nuestras relaciones con los demás y con uno mismo. Y destacó que las generaciones más jóvenes son más propensas a adoptar este tipo de comportamientos:
● Revisión compulsiva: 49% reconoce que revisa su teléfono móvil con más frecuencia de la deseada (casi 6 de cada 10 tanto en la Generación Z como en los millennials) y 44% admite que no puede evitar revisar constantemente su smartphone.
● Tiempo excesivo dedicado al teléfono móvil: 35% admite que dedica demasiado tiempo a su smartphone y 44% cree que sería más feliz si usara menos su teléfono.
● Sobredependencia emocional: 65% admite que siente “pánico” al pensar que han perdido su smartphone (casi 3 de cada 4 en la Generación Z y los Millennials). El 29% coincide en que cuando no está utilizando su teléfono, está “pensando en usarlo o pensando en la próxima vez que podré usarlo”.
La necesidad de un equilibrio
No hay mucho que agregar… No hay duda de que es necesario lograr un mejor balance entre el uso del teléfono móvil y la vida personal. Y todos somos responsables de reflexionar sobre esta costado negativo de la tecnología y revisar comportamientos. De hecho, a partir de este diagnóstico Motorola está impulsando iniciativas y programas que ayuden a las personas a lograr un equilibrio saludable en el uso de su teléfono móvil.
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Uno de ellos, muy útil para quienes quieran encarar hoy mismo una nueva relación con su teléfono, es un programa “detox” que puede resultarte fantástico: Motorola trabaja con la aplicación SPACE Phone-Life Balance, que propone un programa de 60 días para ayudar a los usuarios de smartphones a ser más conscientes del uso que hacen de sus teléfonos móviles.
La aplicación ofrece herramientas como la atenuación de la pantalla, bloqueadores de notificaciones y más. Esta aplicación es especialmente apropiada para los usuarios con comportamientos como la “revisión compulsiva”, ya que los ayuda a ser más conscientes de sus hábitos de uso de teléfono móvil y a encontrar el equilibrio adecuado.