La humanidad enfrenta la grave amenaza del Covid 19 y la principal herramienta para combatirlo es el aislamiento social. Mientras se trabaja contra reloj para encontrar la cura al agresivo y muy contagioso virus, la herramienta fundamental para evitar su difusión es la reclusión voluntaria.
Miles de millones de personas cumplen las cuarentenas dispuestas en sus países y aportan así, con notable esfuerzo y compromiso el tiempo necesario para que los sistemas de salud no colapsen y puedan atender a los pacientes de un modo organizado. Las trágicas experiencias de quienes no lograron hacerlo a tiempo demuestran la necesidad de estas dolorosas y tan complejas restricciones.
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La cuarentena, sin embargo, ha agravado uno de los peores males extendido globalmente:
la violencia criminal contra las mujeres, las agresiones y abusos canallescos que, en su gran mayoría, se perpetran en el ámbito doméstico
Así lo expresó el Secretario General de Naciones Unidas. Antonio Gutierres emitió una durísima declaración en la cual destaca que durante las últimas semanas se produjo “un estremecedor repunte global de la violencia doméstica” contra mujeres y niñas, debido a los confinamientos decretados a causa de la pandemia.
“Sabemos que los confinamientos y las cuarentenas son esenciales para reducir el COVID-19. Pero pueden hacer que las mujeres se vean atrapadas con parejas abusivas“
El propio sitio web del organismo internacional resalta que, unos días atrás, Gutierres reclamaba un alto el fuego de todos los conflictos bélicos con motivo de la emergencia abierta por el virus y ahora debió señalar que la violencia no se limita a los campos de batalla y que la amenaza sobre mujeres y niñas sucede precisamente en el lugar “donde deberían estar más seguras: en sus propios hogares”.
La ONU vuelve a poner en el centro de la discusión que un tercio de las mujeres de todo el mundo experimenta alguna forma de violencia en su vida, lo que ratifica, como apuntamos antes, que se trata de uno de los mayores problemas humanos que debe ser abordado con urgencia.
En paralelo, el Grupo de Mujeres Líderes – Voces para el Cambio y la Inclusión (Group of Woman Leaders, Voices for Change and Inclusion en su denominación en inglés), presentó una fuerte nota al Presidente del Consejo de Seguridad de la ONU, al de la Asamblea General y al nombrado Secretario General de la misma organización planetaria.
Con la firma de 51 mujeres destacadas en sus respectivos campos de actividad, entre ellas varias ex Jefas de Estado y de Gobierno y altas funcionarias, la presentación señala que la crisis actual “es el mayor desafío en tiempos de paz que las Naciones Unidas y la humanidad en su conjunto han enfrentado” y remarca que “la amenaza es mundial y necesita una respuesta mundial. En la historia reciente de la humanidad, nunca ha habido un momento en el que la acción y la coordinación a nivel mundial sean vitales para la vida de las personas y para la paz”. Demandan que el Consejo de Seguridad actúe de inmediato y asuma su responsabilidad y que la ONU ejerza el liderazgo que la situación exige.
En el mismo documento se afirma que “La combinación de tensiones económicas y sociales provocadas por la pandemia, así como las restricciones de movimiento, han aumentado drásticamente en casi todos los países el número de mujeres y niñas y niños que se enfrentan al abuso. Muchas mujeres que se encuentran bajo encierro por el Covid-19 se enfrentan a la violencia en donde deberían estar más seguras: sus propios hogares”.
En la Argentina, entretanto, la ola de femicidios ha continuado durante la cuarentena, manteniendo la dramática estadística que registra casi un femicidio diario durante el año en curso
Las denuncias de abuso y violencia se ven además obstaculizadas por el aislamiento y la falta de funcionamiento acorde de los organismos estatales correspondientes así como de la Justicia.
Es fundamental que cada gobierno siga las recomendaciones de la ONU que ha instado a a incluir la prevención y la reparación de los casos de violencia contra las mujeres en los planes nacionales de respuesta contra el COVID-19
Entre las medidas propuestas se cuentan las siguientes:
- Aumentar la inversión en servicios de ayuda en línea y en organizaciones de la sociedad civil.
- Garantizar que los sistemas judiciales sigan procesando a los abusadores.
- Establecer sistemas de alerta de emergencia en farmacias y tiendas de comestibles.
- Declarar los centros de acogida como servicios indispensables.
- Crear formas seguras para que las mujeres busquen apoyo, sin alertar a sus abusadores.
- Evitar la liberación de prisioneros condenados por cualquier tipo de violencia contra la mujer.
- Ampliar las campañas de concientización pública, en particular las dirigidas a hombres y niños.
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Se trata de medidas indispensables para hacer frente a crímenes graves y repugnantes. Debemos evitar que la cuarentena, hoy tan necesaria para enfrentar al virus, permita cometerlos impunemente.
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