Hace dos años, una maestra misionera le escribió esta carta de Hebe de Bonafini para pedirle que no use nuestra historia ni los derechos humanos para su interés personal y que devuelva a las Madres de Plaza de Mayo el honor y el respeto que construyeron con tanto dolor y que algunos de sus dirigentes dinamitaron con violencia y corrupción.
Aquí, la carta:
“Sra. Hebe de Bonafini, usted me arruinó mi clase… ¿Cómo le explico a mis niños el lunes 25 de marzo que lo que les dije jueves 21 no era verdad? Ese día les conté a mis alumnos de quinto grado que Madres/Abuelas de Plaza de Mayo defienden y luchan por los Derechos Humanos sin saber que horas después usted diría: “Las Madres no somos más un organismo de derechos humanos… Somos una organización política y nuestro partido es el kichnerismo, somos de Cristina a muerte”.
¿Por qué mezcló con la política tan noble labor mundialmente reconocida por lo que han logrado y seguirán logrando? ¿Será que todas las señoras de su organización piensan como usted? No lo creo, sinceramente NO lo creo, y sin embargo usted se expresa en nombre de todas…
A mis alumnos siempre les conté su parte buena. No les dije nunca que llama de “hijos de re mil puta, forros, pelotudos, mierdas, zorros y etcéterca, etcétera” a quienes piensan distinto, ni que amenaza con volar la Casa de Gobierno con una bomba. Tampoco les conté que no respeta a la Justicia diciendo “métanse la declaración en el orto”, y menos que menos les dije que se sospecha que ha lucrado con la necesidad de la gente.
¿Sabe por qué señora? Porque quiero ver el vaso medio lleno, quiero valorar lo que sí es destacable de su labor, quiero creer que usted reacciona así porque nunca pudo cerrar su herida, porque no pudo perdonar lo que sufrió como madre en la época de la dictadura…
Como yo también soy madre, la comprendo; dejé pasar muchas cosas porque usted me da lástima
No soy docente recién recibida, hace casi 20 años que en mis clases de Ciencias Sociales les cuento a mis alumnos sobre su lucha, su garra y sus virtudes, pero le confieso que cada vez me cuesta más hacerlo y creo que a partir de sus declaraciones de estos días me rindo. Ya no podré defenderla más, y menos aún al oír su frase del 24 de marzo, en un acto de reivindicación de la democracia, gritar a los cuatro vientos “basta de ser democrático para ser bueno, yo no soy buena, me cago en los buenos”.
Sé que a usted no le llegará esta carta, pero me hizo bien desahogarme un poco, porque usted no solo me arruinó mi clase: también me arruinó el día. Hoy me he levantado muy triste porque no es fácil como docente tratar de inculcar a los alumnos el ¡Nunca más! y la valoración y el respeto a la democracia con tanto malos ejemplos suyo y de su oscuro entorno, un entorno que paradójicamente en nombre de la democracia atenta contra ella una y otra vez al decir públicamente hasta el hartazgo que este presidente no debe terminar su mandato…
Saludos desde Oberá, Misiones, señora Hebe de Bonafini.
Atte:
Mariela Stumpfs, docente.
PD: Señora Hebe, no soy Macrista ni Cristinista, no participo ni milito en ningún partido político, soy simplemente una ciudadana decepcionada por sus insultantes palabras y sus oscuras acciones.
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