Más de 127.000 firmas reúnen las peticiones por la inmediata sanción de la ley del arrepentido en Change.org, una medida urgente reclamada por la sociedad con la mira puesta en el rápido juzgamiento de los delitos de corrupción y, sobre todo, en la identificación de sus mayores artífices y responsables.
Dicho en palabras sencillas, se trata de que sean juzgados los creadores y beneficiarios principales de las estructuras corruptas
Que las investigaciones, siempre lentas y tardías, no se limiten a testaferros o partícipes en niveles intermedios sino que lleguen a la cúpula.
La figura del arrepentido cuenta, como es sabido, con media sanción en Diputados lo que fue logrado con una rapidez claramente inusual.
La imagen demoledora de los bolsos repletos de dólares arrojados tras el muro de un convento sin duda contribuyó a que una medida que preocupa -mejor, asusta- a fuertes intereses políticos y económicos fuera votada en forma casi unánime y por demás veloz. El trámite en el Senado no ha seguido el mismo rumbo.
Los factores de poder afectados han encontrado tiempo y espacio para plantear tecnicismos jurídicos o cuestiones filosóficas referidas a presuntos conflictos entre nuestro orden normativo y las nuevas figuras legales.
La demora es preocupante y la participación popular resulta muy necesaria. Hace falta hacer oír nuestras voces reclamando un compromiso firme de todos los poderes del Estado contra la corrupción que hoy debe empezar por una actuación rápida y eficaz del Congreso sancionando una ley que permita penetrar las complicidades mafiosas.
Hay que abrir a la vez el camino para recuperar las enormes sumas desviadas de su destino social hacia fines partidarios o, simplemente, hacia los bolsillos de los corruptos, sean gobernantes, funcionarios o empresarios.
La extinción de dominio, contenida también en la ley en tratamiento, puede contribuir en ese sentido pero, por cierto, no es la única herramienta apta para ello. Las acciones civiles de recupero de activos en poder de los corruptos e incluso las de indemnización de los perjuicios causados por dolo o culpa por los funcionarios existen hace años, sólo es cuestión de utilizarlas, algo que casi nunca se hizo en la Argentina.
En los próximos días la petición por la ley del arrepentido será entregada en el Senado reclamando su urgente aprobación.
Te invitamos a sumar tu firma a los miles y miles que ya lo han hecho. Entrá a este link y aportá tu granito de arena en beneficio de todos:
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