Cuáles son los signos que más se comprometen en el amor

Tanto si conociste a alguien y buscás entenderlo mejor, como si te acabás de separar y no querés repetir la historia, estos son los modos (personales y subjetivos) que tienen los signos de entregarse a las relaciones amorosas. 

Andando por la vida nos topamos con distintos tipos de personas y construimos con cada una un vínculo particular, intenso o superficial, juguetón o estable, romántico o intelectual. Nos enamoramos, nos desenamoramos, tenemos parejas, amantes, buscamos compañeros, pero no nos imaginamos –en un primer momento- el nivel de entrega del otro (¡ni siquiera, a veces, podemos hacer contacto con nuestro propio nivel de entrega!). ¿Cuánto durará esto? ¿Una cama? ¿Una década?

El zodiaco es un sistema de conocimiento que reúne un saber arquetípico bajado a un lenguaje simbólico a partir de la carta natal (elaborada sobre la fecha y lugar de nacimiento de una persona). Nos proporciona muchas claves para conocernos mejor a nosotros mismos, para comprender mejor a los otros, y también a aquellos que representan el mayor misterio: las personas a quienes amamos, que nos atraen, gustan, seducen, enamoran.

​Por ejemplo, conozco a un chico del signo Acuario, y en un principio estoy angustiada porque siento que “me pone en segundo lugar”, está rodeado de amigos y amigas constantemente, sale todo el tiempo, tal vez me tranquilice saber que ese tipo de energía necesita una alta vibración vincular para vivir mejor y explotar su brillo. Así, cada uno de los signos tendrá su cuestión a trabajar y explorar, y eso influye en el modo que se relaciona en pareja. ¿Quiere una relación a largo plazo? ¿Está en permanente búsqueda de aventuras nuevas y touch and go? ¿Qué significa el compromiso y la fidelidad para cada uno?

Las personas de fuego: Aries, Leo y Sagitario

Exuberantes y vehementes, ellas son como el fuego, calientes y pasionales.
La gente de fuego prefiere excederse en la vida antes que aceptar un mundo opaco y rutinario.

Tal como su elemento, estas personalidades se expresan en llamaradas atractivas, chispeantes y también cambiantes y exageradas. Hiperactivos en su continua y demandante actividad, suelen reaccionar de modos inesperados -pues pueden apagarse o incendiarse de un instante al otro-.

Si estas comprometido -o planeás hacerlo- con alguien de Aries, Leo o Sagitario, tenés que saber que requerirán de toda tu atención pues -al igual que el fuego- necesitan continuo alimento para sentirse realmente queridos. Son demandantes y dramáticos, irascibles e irracionales. Su percepción del mundo es subjetiva y auto referencial. Amar a alguien de fuego implica disponerse a no ocupar el lugar protagónico en la relación pues ellos están ensimismados en su propia vitalidad.

La personalidad de cada signo

Aceptar a los de fuego es aceptar la ciclotimia y entender que es posible pasar del enojo a la alegría en pocos minutos. Siempre llaman la atención y también -en su radiante expresividad- alegran y entusiasman a su entorno con creativas y motivantes propuestas. Son demostrativos en sus enojos como en su amorosidad y saben contagiar vitalidad a los suyos. Se expresan sin tapujos y muestran sus deseos de modos evidentes. Sus tonos y gestos elocuentes pueden amedrentarte tanto como hacerte sentir particularmente vivo.

Nivel de compromiso: Vivir en la aventura o ir a buscarla en otro lado.

​Las personas de tierra: Tauro, Virgo y Capricornio

Concretos y sostenedores, son como la tierra, estables y sólidos.
Son responsables -dan “respuesta hábil”- pues los motiva construir y –por el contrario- detestan dejar las cosas al azar.
Han nacido para sostener, para dar estabilidad y fortaleza. Gozan al percibirse solventes y resolutivos. Sobre valoran los logros profesionales y tienden a priorizar el mundo laboral por sobre el afectivo.

Si estas comprometido -o planeás hacerlo- con alguien de Tauro, Virgo o Capricornio, deberás aprender a convivir con una personalidad que tiende a expresarse con un tono apesadumbrado y a percibir que la vida les impone excesivas cargas. Si bien en lo profundo saben que encuentran placer en resolver problemas, también “disfrutan” de quejarse de ese destino.

La tierra es femenina, esta cualidad receptiva acepta que los otros les impongan sus deseos y para que no les quede más opción que ocuparse y hacerse cargo de los proyectos ajenos. Las personalidades de tierra, en su quieta estabilidad, tienden a inhibir la espontaneidad y las acciones arriesgadas. Les cuesta no hacer lo que corresponde y difícilmente se revelen a los mandatos sociales.

Aceptar a los de tierra es comprender una esencia que siempre da respuestas eficientes y se esfuerza de modos exagerados en todo lo que emprende. Les resulta más fácil solucionar apremios, trabajar y hacer cosas concretas antes que relajar y confiar.

Nivel de compromiso: Alto para sostener proyectos a largo plazo (les cuesta aceptar cambios drásticos).

Las personas de aire: Géminis, Libra y Acuario

Son como el aire, están por todos lados y son sociables, inquietos e inasibles.
Livianos e impermanentes, les cuesta el compromiso y la previsibilidad.

Se mueven desde un pensamiento lógico y objetivo, su naturaleza los lleva a siempre querer vincularse y accionan principalmente cuando un proyecto los estimula intelectualmente.

Si estas comprometido con alguien de Géminis, Libra o Acuario, debes saber que -por ser de aire- se asocian naturalmente al cielo y a estar en lo alto. Serán personas desapegadas, que parecen no comprometerse del todo. Observar desde la altura el sufrimiento trivial del resto de los mortales también ayuda a evaluar con objetividad y equilibrio cada situación.
La gente de aire posee un fuerte sentido de justicia e imparcialidad y gran capacidad de entender y de discriminar. Es el elemento más humano y por lo tanto el más alejado de la naturaleza instintiva e impulsiva, quizás sea ese el motivo por el cual ninguno de los tres signos de aire está representado por animales (Géminis – los gemelos-, Libra –la balanza- y Acuario -las ondas vibratorias-).

Aceptar al ser de aire es aceptar su forma impersonal de resolver las situaciones mundanas y también beneficiarse de ideas amplificadoras y creativas.
Nivel de compromiso: Fluctuante, con la libido abierta y distribuida en múltiples vínculos sociales e intereses intelectuales.

​Las personas de agua: Cáncer, Escorpio y Piscis

Son como el agua: permeables, volubles y empáticos. Sensibles y resonantes, suele costarles poner límites y priorizarse.

El elemento agua cambia de estado (sólido, líquido y gaseoso), así su personalidad será cambiante, inconstante y voluble. Toma la forma de aquello que la contiene: será charco, vaso o botella y su personalidad será también adaptable, influenciable y receptiva a las necesidades del entorno.

Si estas comprometido -o planeás hacerlo- con alguien de Cáncer, Escorpio o Piscis debés saber que el agua es susceptible y solidaria. Es el elemento transmutador, pues toma el color y el sabor de los otros. También diluye a los otros elementos. Su esencia es permeable a las necesidades ajenas, empática y amorosa. Su estilo delicado sabe suavizar rigideces e influir sutilmente a otros. Aunque de apariencia maleable, se escapa al intentar tomarla, se cuela por todos lados y es difícil descubrir su curso cuando genera filtraciones. Su blanda potencia erosiona hasta a las rocas. Con su su estilo afable y comprensivo puede influir agudamente en sentimientos y opiniones ajenas.

Es el elemento primordial –el líquido amniótico– y necesita conectar con su origen, resonar con sus tradiciones y reproducir costumbres familiares. Memoriosa y nostálgica, le gusta conocer la historia de las naciones y de la humanidad.
Aceptar a un compañero de agua es apreciar los hechos desde un estilo subjetivo y receptivo, es accionar priorizando la intuición y sentimiento.

Nivel de compromiso: Alto, con variaciones emocionales, intensidad afectiva y sentimental.

* Beatriz Leveratto es astróloga y tarotista, y dicta cursos de ambas disciplinas. Más info: www.beatrizleveratto.com.ar​