De hacer jueguitos en los semáforos para juntar monedas a un club profesional de fútbol

Hace unos días, un video de un nene haciendo jueguito en una esquina de Asunción, la capital de Paraguay se volvió viral. Y gracias a la capacidad de las redes sociales de romper límites y fronteras, Iván Genes, el chico de 14 años que hacía malabares futbolísticos en los semáforos para juntar algo de dinero para poder ayudar a su familia esta Navidad, se hizo famoso.

Iván, en sólo tres días había recolectado 150 pesos paraguayos. Hasta que Aníbal Coronel, un periodista hincha de Guaraní y conductor de AM Uno, lo encontró y filmó, y su historia comenzó a compartirse.

Este reportero que había pasado por ahí le hizo algunas preguntas e Iván no tuvo problemas en responder que había salido a la calle con el objetivo de juntar dinero para la Navidad. Su meta específica era tener ropa nueva para la fecha festiva. Confesó además que le gustaría jugar en algún club y que era fanático de Guaraní.

La historia podría terminar ahí, con un final simpático y ameno. Sin embargo, la cosa ha tomado otras dimensiones. El video llegó hasta las pantallas del reconocido agente de jugadores, Regis Marques, quien no dudó en buscar al chico para asistirlo en lo que necesite, sin importar sus condiciones deportivas.

Pocos días después hubo más noticias. Marques se comunicó con él para contarle que incluso ya le tenía asegurado un club para que comience a entrenar. Fue ahí donde los dirigentes del club Guaraní, que actualmente dirige el argentino Daniel Garnero, entraron en acción. Y fueron a buscar a Iván.

Nervioso pero feliz, Iván llegó puntual al estadio Rogelio Livieres, donde se entrena y hace de local Guaraní. Y fue recibido por Juan Alberto Acosta, el presidente del club, como una celebridad. Estaba todo preparado para hacerlo vivir uno de los días más felices y, también para sorprenderlo. Es que tras la bienvenida, Iván comenzó a recibir regalos.

Iván y su familia vivieron un día inolvidable. Conoció el club de sus amores, posó para una foto con los jugadores de primera y recibió camisetas firmadas por los jugadores, ropa de entrenamiento y un par de botines nuevos. Y más tarde, lo que más entusiasmaba a Iván: la posibilidad de bajar al campo de juego para compartir unos minutos del entrenamiento con los integrantes del plantel profesional.