El corazón de los jugadores estalló después del partido. Luego de las lágrimas, llegó el furor y las ganas de volver a soñar con la copa. En el colectivo que los llevaba a tomar el avión de regreso a Moscú, la Selección cantó y saltó como un hincha más
Es que la infartante definición del grupo D del Mundial de Rusia 2018 tuvo a Argentina quedando eliminada y afuera de los octavos hasta 4 minutos antes de que se cumpliera el tiempo reglamentario del partido que estaba disputando con Nigeria.
Los resultados no se daban, la esperanza se iba diluyendo y todo lo que se había deseado quedaba trunco al terminar la primera Ronda del Mundial. Pero siempre queda un resquicio por donde puede colarse un milagro
Por eso, cuando Marcos Rojo marcó el gol que sentenció el definitivo 2-1 contra Nigeria y el paso de Argentina a la próxima ronda gracias a que Islandia no estaba ganando su propio partido contra Croacia, la emoción estalló en una descarga incontenible.
Y esa mezcla de alegría y descarga de bronca siguió y siguió en los jugadores durante muchas horas, felices de haber conseguido el objetivo. Tal es así que aún en el aeropuerto, regresando a la concentración de Bronnitsy, los propios futbolistas siguieron gritando y cantando y dando rienda suelta a esa manifestación de alivio y esperanzas renovadas que tanta falta le hacían.
Así seguían festejando en el aeropuerto: