Ante la violencia: carta abierta a la mujer que te habita
Guerra, violencia, dolor: esta reflexión de Diane Gagnon -La violence en nous- te ayudará a pensar y transitar el camino de la mejor manera
COMPARTIR
Mucho hablamos de la violencia externa. Del deseo de paz en el mundo.
Pero hay una violencia que se nos pasa por alto, y es la que cometemos contra nosotras mismas.
Cuando estando agotadas no descansamos hasta que la casa está impecable, la comida en el horno, las viandas prontas
Cuando estamos enfermas y de todas maneras vamos a trabajar
Cuando estamos extenuadas y no paramos ni para tomar agua, y se nos seca el cuerpo, el alma, llenas de ansiedad
Cuando nos juzgamos con severidad si no somos perfectas o adecuadas. Como si la perfección existiera…
Cuando nos castigamos por haber olvidado algo
Cuando no escuchamos las señales del cuerpo
Cuando no nos cuidamos
Cuando sobrepasamos nuestros propios límites físicos y mentales
Cuando decimos que si, y queremos decir que no
Cuando no cancelamos una cita, aunque tengamos ganas de quedarnos en casa
Cuando no nos permitimos disfrutar porque hay obligaciones que cumplir
Cuando no hacemos los cambios que necesitamos para salir de situaciones que nos hacen infelices
¿Y si nos tratáramos con amor? ¿Si nuestro mantra fuera la palabra “Dulzura”?
Para que la violencia cese en el mundo, comencemos por nosotras mismas. Porque lo que está afuera es reflejo de nuestro mundo interno
Pongamos dulzura en nuestra propia vida, para con nosotras mismas. Y será el primer paso para volvernos un antídoto en movimiento contra la violencia.
Utilizamos cookies de terceros para mostrar publicidad relacionada con tus preferencias. Si continúas navegando consideramos que acepta el uso de cookies. Puede obtener más información en: