Desde chicos nos enseñan que “feliz para siempre” es acompañado. Las películas terminan cuando los protagonistas consiguen estar juntos y hasta los perros animados tienen pareja. Pero la realidad es que para estar bien con otro primero tenemos que empezar por estar a gusto con nosotros mismos.
No debemos regalarle nuestra oportunidad de ser feliz a nadie. Es fundamental aprender a mantener el equilibrio y la armonía por nuestra cuenta si alguna vez queremos compartir nuestra vida con alguien más.
Estar soltero tiene muchos más beneficios para nuestra psicología y salud de los que pensamos
Cada persona es un mundo por explorar. Nosotros mismos también lo somos. Estar soltero nos permite calzarnos la mochila y conocer los lugares más recónditos de nuestro corazón.
Cuando estamos con otra persona, a veces dejamos de lado nuestras necesidades y nuestras ideas por atender las del otro. Al postergarnos nos estamos perdiendo del universo que llevamos dentro.
Escucharnos y reconocer nuestros sentimientos nos va a permitir ser más empáticos con los demás. Es por eso que antes de intentar reconocer terreno desconocido en otro es fundamental que aprendamos a mantener el equilibrio en un terreno amigo.
Cuando estamos en pareja intentamos nutrir esa relación para que mejore día a día. Eso mismo debemos hacer con nuestra personalidad cuando estamos solos.
Pasar un tiempo sin compañía nos permite centrarnos en nosotros y convertirnos en la persona que queremos ser
El tiempo, que de otra forma utilizaríamos par estar con el otro, lo podemos aprovechar para crecer personalmente.
Cuando estamos en contacto con nosotros mismos podemos reflexionar sobre qué tipo de relación queremos, qué malos tratos no volveremos a permitir en el futuro y reconocer nuestra valía.
Aprender a querernos tal cual somos no solo nos hará más felices sino que nos permitirá relacionarnos mejor con los demás.
No solo la pareja puede brindarnos el amor que necesitamos. La familia, los amigos y las aficiones pueden proporcionarnos el empuje que necesitamos para ser felices.
Estar solteros nos da la oportunidad de dedicarnos de lleno a aquello que nos gusta
¿Tenés ganas de pintar, aprender a hablar mandarín o a bailar tap? Este es el momento perfecto y ¡no tenés que darle explicaciones a nadie!
Además, podemos aprovechar para reconectar con viejos amigos e incluso para hacer nuevos. Un buen amigo es aún más díficil de encontrar que una pareja.
Es importante cuidar todos nuestros vínculos si queremos ser realmente felices.
Si lo único que estás pensando mientras estás soltero es encontrar a tu otra mitad, te vas a perder una información muy importante: no somos media naranja, somos una naranja entera.
Cuando estamos con otro cedemos, nos comprometemos y compartimos toda nuestra vida. Esto nos da la sensación de ser la mitad de un todo
Pasar un tiempo sin un compañero, en cambio, nos permite reconocernos como un ser completo. Pero para ello hay que trabajar en nosotros mismos, querernos, conocer nuestras virtudes, nuestras pasiones, nuestro carácter y nuestra autoestima.
Si reconocemos nuestro valor, nuestras fortalezas y debilidades, corremos menos riesgo de aceptar una relación tóxica simplemente por no estar solos. Así nos acercaremos más a la persona que realmente nos quiera por lo que somos.
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