El boletín paterno que devolvió la sonrisa a una nena con autismo

Sophie tiene diez años y, desde muy pequeña, le pone garra a la lucha contra sus dificultades. Vive en Australia y tiene una familia que la estimula y la adora, con sus buenas y con sus malas. Una familia que conoce su enorme esfuerzo personal. Y que se la ingenió para devolverle la sonrisa cuando el entorno se pudo duro y la hizo llorar.

Ocurrió hace unos días, cuando Sophie volvió a cada del colegio y no pudo contener las lágrimas. Estaba avergonzada y triste: la chiquita pensaba que le había fallado a la familia porque en la escuela no le había ido bien y, en su boletín, había traído malas notas.

Su papá, Shane Jackson, la abrazó y le devolvió su mejor mirada. Sabe como nadie que Sophie, a quien le diagnosticaron autismo a los tres años, siempre luchó para poder estar a la par de sus amigos. Y sabe el orgullo que siente por eso y por tantas otras cualidades de su hija.

Por eso, armó su propio boletín de calificaciones y, allí, el papá marcó seis puntos y a todos les puso notas sobresalientes: diversión, gusto por los perros, pelea con los chicos, dibujar y hacer robots, imaginación y mejor hija del mundo. Y lo subió a las redes sociales.

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“Mi hija, que tiene autismo, sacó notas insuficientes. Se puso a llorar y dijo: “Decepcioné a todos”. Este es mi boletín de notas que le hice”, escribió el padre. Y su posteo se volvió viral en cuestión de horas.

“En ese momento pensé que tenía que darle un boletín con todas las cosas que la convierten en única y hacen que Sophie sea Sophie. Le encantó y estuvo más animada desde que se lo di. Ese es el efecto que buscaba”, aseguró el papá.

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La nena, emocionada, también le escribió su propio boletín y se le dedicó al papá. “Se me ocurrió hacerle un boletín de notas a mi padre. Pesado: sobresaliente. Me quiere: sobresaliente. Divertido: notable. Pelea conmigo: aprobado. Me hizo una cuenta en Twitter: matrícula de honor. Mejor padre del mundo: matrícula de honor.”