La tecnología en sí misma no es negativa: es el uso que le damos lo que puede convertirla en algo dañino o positivo para nuestra vida. Los adultos somos conscientes de esto y muchas veces limitamos nuestro consumo de medios para no generarnos ansiedad o disfrutar de nuestro entorno.
Para nuestros hijos, su uso puede tener consecuencias positivas, como estimular el aprendizaje temprano pero, según reveló un informe de la Academia Estadounidense de Pediatría, también conlleva riesgos como trastornos de sueño, de atención y el aprendizaje, además de una mayor incidencia de obesidad y depresión.
Por eso, es importante que les enseñemos a los más chicos a relacionarse con la tecnología de una manera saludable. La investigación señala que si queremos lograrlo debemos establecer un Plan Familiar de Uso de Medios. Pero, ¿en qué consiste? Padres y psicólogos comparten sus estrategias.
El primer teléfono
En la actualidad, los más chicos reciben su primer teléfono celular entre los 11 y los 13 años. Estos teléfonos no suelen ser de última generación y por lo general han pertenecido a algún adulto de la familia.
Algunos padres estuvieron de acuerdo en que lo mejor es bloquear el acceso a ciertas funcionalidades o establecer ciertas reglas de antemano como prohibir su uso si el chico tiene tarea o no permitirle usarlo cuando está con amigos en casa.
La mayoría de los padres al ser consultados sobre cuando hay que darle un teléfono a los hijos estuvieron de acuerdo al responder: “esperá lo más que puedas”
La mayoría de los padres al ser consultados sobre cuando hay que darle un teléfono a los hijos estuvieron de acuerdo al responder: “esperá lo más que puedas”. Una vez que se los das, no hay vuelta atrás.
Smartphone y tarea
¿Es necesario usar el teléfono mientras se hace la tarea? Algunas veces sí. Una encuesta reveló que dos tercios de los padres dijeron que permiten que sus hijos se comuniquen con amigos mientras hacen los trabajos de la escuela.
En este caso, tiene sentido si el chico está trabajando en grupo. Si el trabajo es individual, lo mejor será que deje el teléfono de lado para concentrarse y solo lo utilice en caso de duda.
No está mal que les demos acceso a las herramientas con las que van a interactuar en el mundo laboral
Con la computadora pasa algo similar: algunos padres fueron muy tajantes al limitar su uso. “Solo se puede usar la tecnología para revisar la ortografía o para usar el Word”.
Sin embargo, nuestros hijos vivirán en un entorno rodeado de tecnología y trabajarán de esa manera. No está mal que les demos acceso a las herramientas con las que van a interactuar en el mundo laboral. Debemos enseñarles sobre fuentes fiables y cómo discernir entre contenido de calidad y contenido basura.
Los que están en desacuerdo dijeron que la tarea se hace individualmente; si el chico necesita ayuda, necesita buscar a uno de sus padres o los padres deben contactar al maestro.
El teléfono a la cama
Una investigación llevada a cabo por el King’s College de Londres demostró un vínculo fuerte y constante entre el uso de aparatos electrónicos en la cama y tener un sueño insuficiente o sufrir somnolencia durante el día.
Lo ideal es interrumpir el uso de aparatos electrónicos al menos media hora antes de la hora de ir a la cama. Al hacer esto, acostumbraremos a nuestros hijos que el descanso no incluye pantallas. A la larga tendrá consecuencias positivas para su salud.
Las temidas redes sociales
Muchos padres exigen que sus hijos les den las contraseñas de las plataformas que usan. Algunos limitan la presencia de los chicos en redes al permitir el uso de un único medio con el que se sienten cómodos.
Más allá de ser un espía de nuestros hijos, lo que debemos hacer es asesorarlos en el uso de la tecnología
Más allá de ser un espía de nuestros hijos, lo que debemos hacer es asesorarlos en su uso de medios. No tenemos que tenerle miedo a la tecnología, debemos conocerla nosotros para poder cuidar a nuestros hijos también en este entorno.
Debemos tomarnos el tiempo para enseñarle a nuestros hijos sobre las responsabilidades y riesgos que implican ser parte de una red social.
Incentivos y castigos
¿Podemos usar la tecnología como motivación para lograr que nuestro hijo haga o deje de hacer algo? Muchos padres creen que sí.
No parece mal limitar el uso de su teléfono o computadora si se infringe una regla. Por el otro lado, podemos aprovechar la tecnología para enseñarles responsabilidad. Un ejemplo es pagar el abono mínimo del teléfono y dejar que sean ellos quienes los paguen en caso de que se excedan con el Internet.
Podemos aprovechar la tecnología para enseñarles responsabilidad
No existen recetas para fomentar un vínculo sano entre nuestros hijos y la tecnología. Lo fundamental es no poner limitaciones arbitrarias y estar preparados para argumentar las razones que tenemos para hacerlo. Por otro lado, aprender nosotros sobre uso responsable de medios nos permitirá transmitir a nuestro hijo un pensamiento crítico e inteligente, de ese modo, no tendremos que preocuparnos por espiar sus teléfonos porque confiaremos en su capacidad de análisis.