En el último tiempo se están dando cambios respecto a los tipos de métodos anticonceptivos en el mundo. Hoy existe una leve tendencia en la que los hombres deciden hacerse una vasectomía.
En cuanto a los métodos anticonceptivos, generalmente son las mujeres las que tienen que emprenderlos: pastillas anticonceptivas, inyecciones, parches hormonales y el DIU. Pero al parecer esto de a poco está cambiando y en la actualidad los hombres se arriesgan a someterse a las vasectomías.
La vasectomía es un método anticonceptivo irreversible que se concreta mediante una cirugía sencilla en los conductos deferentes que transportan los espermatozoides del testículo al pene. El hecho de que sea irreversible hace que sea ideal para los hombres y parejas que deciden no tener hijos/as o ya tuvieron y no quieren tener más.
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Su eficacia es muy elevada y tiene pocos efectos secundarios. Entre ellos:
La demanda de la cirugía está aumentando ya que por un lado, se está concientizando más sobre los efectos dañinos de algunos métodos anticonceptivos femeninos. Y por otra parte, la intervención es menor y mucho más simple para los hombres.
Incluso, se ha disparado toda una polémica respecto a los derechos de las mujeres a no tener que ser la únicas responsables en las relaciones sexuales. Como consecuencia de descuidos y embarazos no deseados hay cada vez más niños que nacen en situación de pobreza y no tienen una oportunidad justa.
Hoy los defensores de los derechos reproductivos dicen que es hora de que los hombres adopten un papel más activo tanto en la planificación familiar como en la lucha por los derechos reproductivos.
El representante estatal de Pensilvania, Chris Rabb, presentó en otoño una legislación “paródica” en respuesta a la ley de Texas, que equivale a una prohibición casi total del aborto. Su propuesta se basa en obligar a los hombres a someterse a una vasectomía tras el nacimiento de su tercer hijo o cuando cumplan 40 años, lo que ocurra primero. La ley se aplicaría permitiendo a los ciudadanos de Pensilvania denunciar a los hombres que no la cumplan, con una recompensa de 10.000 dólares.
Para Rabb, su propuesta busca poner de manifiesto el sexismo, la doble moral y la hipocresía inherentes al debate antiabortista. Aunque tras su campaña se encontró con amenazas y fuertes respuestas de varios ciudadanos.
“La idea de que un hombre tenga que soportar o incluso pensar en perder su autonomía corporal fue recibida con indignación, cuando todos los días las mujeres se enfrentan a esto y de alguna manera está bien que el gobierno invada los úteros de las mujeres y las niñas, pero debería estar fuera de los límites si se propone la vasectomía o se limitan los derechos reproductivos de los hombres”, dijo Rabb en una conferencia de prensa.
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Así definen hoy la mayoría de los hombres su decisión por practicarse la vasectomía.
Como consecuencia a más casos de hombres que deciden hacer esto hay una tendencia notable en el reconocimiento y la promoción de la vasectomía y el control de la natalidad para los hombres, una cuestión que antes se consideraba más marginal.
Tanto como “un acto de amor” o para ser “un buen hombre” más mujeres recobran sus derechos y más hombres quedan contentos con su decisión.
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