Todo tiene sus pro y sus contras. Dicen que estar casado alarga la vida, ayuda a sobrellevar mejor enfermedades como el cáncer, estimula el bienestar y otros beneficios. Pero no todas son rosas. Según un estudio realizado por la Universidad de Michigan, Estados Unidos, tener un marido genera a la mujer una carga extra de trabajo en casa de siete horas semanales… Algo que no se repite en iguales condiciones para el varón: tener esposa suma apenas una hora más trabajo para el varón.
La investigación arroja que las mujeres jóvenes solteras ocupan 12 horas a la semana en las tareas domésticas, mientras que las mujeres casadas doblan la cantidad, cuadro que empeora para las que tienen varios hijos: las que tienen 3 niños pasan más de 28 horas semanales cocinando, limpiando, ordenando y demás.
“Es un patrón bien conocido. Hay una clara relocalización del trabajo cuando la mujer se casa y arranca el proyecto familiar. Los hombres trabajan más fuera de casa, mientras que las mujeres se ocupan más del trabajo doméstico. Y la situación se agrava cuando las mujeres tienen hijos”, precisó Frank Stafford, al frente del estudio.
Hace muchos años que diversos estudios alumbran las enormes diferencias que hay en la carga doméstica para ambos géneros, y que las mujeres han sumado muchas responsabilidades del mundo público y laboral sin delegar la mayoría de las tareas hogareñas y familiares que que asume como propias desde hace siglos.
Tan es así que hasta los organismos internacionales, como la Organización Mundial del Trabajo, subrayan que “el reparto desigual de las labores de cuidado y las tareas domésticas no remuneradas entre las mujeres y los hombres, y entre las familias y la sociedad, es un determinante importante de las desigualdades de género en el trabajo”.