Millennialls: la primera generación en 130 años que elige mayoritariamente vivir con sus padres

Los Millennials son el primer grupo de jóvenes en 130 años que se mostró “más proclive a vivir en la casa de los padres que con un cónyuge o en su propia casa”, señaló en 2014 un estudio del Pew Research Center basado en en el Censo Nacional de los Estados Unidos.

El 32,1% de los adultos entre 18 y 34 años vive en su casa familiar, seguido por el 31,6% que vive con su pareja, el 22% que tiene otros arreglos habitacionales (por ejemplo, los dormitorios universitarios o un apartamento compartido con otra persona) y sólo el 14% que elige estar solo o es madre o padre soltero.

Se podría achacar este hecho a las sucesivas crisis del capitalismo y a la inhabilidad de crecer de los más jóvenes, sin embargo y según muestra el estudio, el principal factor de que esto suceda es que la mayoría de los millenials eligen no sentar cabeza antes de los 35 años.

La falta de compromiso romántica sumada a la caída en popularidad de la idea de vivir solo o con compañeros de piso da como resultado una generación que prefiere vivir en la casa parental

Según el mismo censo nacional proyectado a 2017, casi uno de cada cinco varones entre 25 y 34 años vivía en la casa de sus padres, bastante más que el 12,5% de mujeres de esa edad en esa situación. “Ambas cifras aumentaron drásticamente en las décadas reciente, hasta aproximadamente duplicarse desde 1960”.

En los Estados Unidos eso significa que hay 4,3 millones de varones y 2,8 mujeres que no arrancan el motor hacia una vida independiente: un total de 7,1 millones de rotondos. Si vivieran en un solo estado, podrían llenar Massachusetts o Arizona.

La revolución feminista también ha jugado un papel importante ya que el porcentaje de mujeres que accede a una educación superior es mayor. La meta de las mujeres no es casarse sino desarrollar una carrera profesional por sí mismas.

Sin embargo, el matrimonio sigue siendo un factor organizacional de la sociedad para los más jóvenes. Si bien los millenials postergan la idea de casarse, no la descartan.

La mujer típica en Estados Unidos se casa ahora a los 27,1 años, mientras que el hombre típico lo hace a los 29,2 años, de acuerdo con el censo. En 1956, las edades eran 20,1 para mujeres y 22,5 para hombres. “Ellos se están concentrando más en la escuela, carreras y sus trabajos y menos en formar nuevas familias”, explica Richard Fry, autor principal del reporte y economista con el Pew Research Center.

 

Según el estudio de Pew, la razón es “la drástica caída en la cantidad de jóvenes que eligen sentar cabeza en términos sentimentales antes de los 35 años”. La madurez emocional para asumir vínculos estables se ha postergado: “Hacia 1880, la forma más habitual de vivienda enter los jóvenes adultos era con una pareja, fuera un cónyuge o una relación significativa. Esto llegó a su cima alrededor de 1960, cuando el 62% de los ciudadanos entre 18 y 34 años vivían así y sólo uno de cada cinco vivía con los padres”, señaló el informe del centro Pew.

En 2014 ese 62% se había desinflado a la mitad casi exactamente, el 31,6%, mientras que el grupo dominante resultó el que se quedaba en la casa donde estaba la habitación de su infancia y su adolescencia.