El síndrome del nido vacío es una sensación de soledad que suele ocurrirle a los padres cuyos hijos se independizaron y se fueron a vivir solos, o están próximos a hacerlo. Aunque es más frecuente en las mujeres, los hombres también puede padecerla. Compartimos algunas claves para poder entenderlo y afrontarlo.
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Qué es el síndrome del nido vacío
Este síndrome tiene lugar cuando los padres tienen sentimientos de tristeza y pérdida debido a que los hijos se van de casa. Si bien seguramente como padre uno alienta a los hijos para que sean independientes, la experiencia de dejarlos ir puede ser muy dolorosa.
Lo que resulta más difícil es que de un día para el otro los hijos que antes vivían en casa y requerían de plena atención, dejan de hacerlo.
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Otra cosa que suele ocurrir frecuentemente es preocuparse por la seguridad de los hijos y por saber si podrán cuidarse solos. Aún más difícil será si alguno de ellos deja el hogar antes de lo previsto.
Si tenés un solo hijo o te identificás fuertemente con tu papel de padre, podría resultarte especialmente difícil adaptarte al nido vacío.
Cuál es el impacto del síndrome del nido vacío
En el pasado, las investigaciones indicaban que los padres que se enfrentaban al síndrome del nido vacío presentaban un sentido de pérdida profundo que podía hacerlos vulnerables a la depresión, el alcoholismo, la crisis de identidad y los conflictos matrimoniales. Sin embargo, algunos estudios recientes indican que un nido vacío puede reducir los conflictos familiares y laborales, y que puede ofrecerle a los padres muchos otros beneficios.
Cuando el último hijo abandona el hogar, los padres tienen una nueva oportunidad para reencontrarse uno con el otro, mejorar la calidad de su matrimonio y reavivar los intereses para los cuales antes no tenían tiempo.
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Cómo enfrentar el síndrome del nido vacío
Si tenés sentimientos de pérdida debido al síndrome del nido vacío, es importante que modifiques algunos hábitos para transitarlo mejor. Compartimos algunos de ellos:
- Aceptá los horarios. Evitá comparar los horarios de tu hijo con tu propia experiencia o expectativas. En su lugar, concéntrate en lo que podés hacer para ayudar a tu hijo a ser exitoso cuando se vaya de casa.
- Mantenete en contacto. Podés seguir teniendo una relación cercana con tus hijos aunque vivan separados. Es bueno mantener un contacto regular pero moderado mediante visitas, llamadas telefónicas, correos electrónicos, mensajes de texto o videollamada.
- Buscá apoyo. Si tenés dificultad para hacer frente al nido vacío, buscá apoyo en tus seres queridos y otras amistades cercanas. Expresá tus sentimientos y si notás que estás deprimido, consultá con un médico o psicólogo.
- Mantené una actitud positiva. Pensar en el tiempo y la energía extra que tendrás para dedicarle a tu matrimonio o a proyectos e intereses personales cuando tu último hijo se vaya de casa es muy útil para adaptarte a este cambio importante de la vida.
Se puede evitar el síndrome del nido vacío
Si tu hijo está por abandonar el hogar y te preocupa el síndrome del nido vacío, planificá con anticipación porque es inevitable transitar por esta etapa. Si aceptás que puede suceder, podés estar preparado para transitar ese camino.
Lo mejor es buscar nuevas oportunidades en tu vida personal y profesional, mantenerte ocupado y aceptar nuevos desafíos en el trabajo o en el hogar puede ayudarte a aliviar la sensación de soledad que provoca que un hijo se vaya de casa.
Fuente: Mayo Clinic
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