Las primeras fotos de la nueva sede europea de Norman Forster para Bloomberg en Londres, que dice ser el edificio de oficinas más sostenible del mundo ya están dando vueltas al mundo.
Este nuevo edificio se encuentra entre la Catedral de San Pablo y el Banco de Inglaterra, en el sitio de un antiguo templo romano. Descubierto en 1954 cuando fue excavado y movido para dejar espacio para la construcción, el proyecto verá el Templo de Mitra regresar a su sitio original ubicado en un sótano de doble altura.
El proyecto de la nueva sede europea de Bloomberg no pasa desapercibido, aunque despierta una curiosa sensación: el edificio es nuevo, pero parece que siempre estuvo allí.
Es que el diseño de Foster se integra de forma respetuosa en el corazón de la City de Londres, en una ubicación muy próxima al Banco de Inglaterra y a dos de los más emblemáticos edificios de Sir Christopher Wren: la catedral de San Pablo y la iglesia St Stephen’s Walbrook.
Su forma, volumentría y materiales responden de forma discreta a las condiciones específicas de su época y lugar. Como resultado, este edificio nuevo aparece como una extensión natural de la ciudad buscando integrarse para perdurar en el tiempo y mejorar el espacio público circundante.
El edificio, que cuenta con una fachada cubierta con hileras de persianas de bronce, recibió una calificación de sobresaliente por los evaluadores de BREEAM, que clasifica los proyectos en la sostenibilidad ambiental, social y económica.
“En algunas de nuestras primeras discusiones sobre el proyecto, Mike Bloomberg y yo llegamos a una “tormenta dse ideas” sobre cómo el diseño de la nueva sede de Bloomberg debería incorporar los más altos estándares de sostenibilidad”, dijo un comunicado del arquitecto fundador de la firma, Norman Foster.
“El proyecto evolucionó desde allí hasta convertirse en un edificio que es uno de los más sostenibles del mundo”
El edificio recibió un puntaje del 98.5 por ciento en comparación con sus criterios, el más alto que se haya logrado hasta ahora en un importante desarrollo de oficinas. Está diseñado para usar un 73% menos de agua que un edificio de oficinas estándar.
“Creemos que las prácticas ecológicas son tan buenas para los negocios como lo son para el planeta”, dijo el fundador de Bloomberg, Michael Bloomberg. “Desde el primer día, nos propusimos superar los límites del diseño de oficinas sostenibles y crear un lugar que entusiasme e inspire a nuestros empleados”, agregó.
La nueva sede de la empresa norteamericana de información financiera está formada por dos edificios conectados por puentes de vidrio. Una galería comercial divide el solar y recupera así una vía histórica urbana.
Haciéndose eco de los colores, las texturas y la imagen de solidez de los edificios vecinos, la fachada combina la piedra arenisca con láminas de bronce para crear sensación de profundidad. Las cuchillas de bronce distintivas en las fachadas del edificio se pueden abrir y cerrar de acuerdo con el clima. Este sistema de ventilación natural eliminará la presión de los sistemas de acondicionamiento de aire con mayor consumo de energía.
Sin embargo, mientras que el exterior tiene un carácter sencillo, el espacio interior es dinámico y fluido, proporcionando a los usuarios un ambiente cómodo y flexible.
Allí dentro del edificio la sobriedad desaparece. Un voluptuoso techo de madera en el vestíbulo principal da la bienvenida. Las oficinas están dispuestas d etal modo que alentarán a los empleados de Bloomberg a adoptar un “trabajo activo” con estaciones de trabajo para estar de pie o sentados según la necesidad, bicicletas fijas en el sitio y un centro de bienestar.
La fachada “respira” a través de unas ranuras en sus paredes, que toman aire de la calle para ventilarlo de forma natural. Sus paneles se abren y cierran como branquias, tomando y soltando aire para reducir el gasto energético.
Los paneles de techo hechos a medida con un diseño de pétalos se han incluido con 500.000 luces LED de ahorro de energía. Los paneles también combinan funciones de calefacción, refrigeración y acústicas.
Los sensores inteligentes ajustan el flujo de aire de acuerdo con el número de personas en cada zona de construcción en un momento dado, un sistema que se espera reduzca las emisiones de CO2 en 300 toneladas por año.
“Todas las decisiones que tomamos sobre el diseño, la construcción y los costos operacionales se basaron en el ahorro de recursos y en todas las opciones posibles para que fuera sostenible”, me cuenta Kathryn Mallon, la directora del proyecto, una ingeniera medioambiental que antes de unirse a Bloomberg trabajó en el Departamento de Protección Ambiental de Nueva York, Estados Unidos.