En tiempos de coronavirus y bancos cerrados, el uso de los cajeros se ha transformado en algo inevitable, con los consiguientes peligros que esto acarrea, ya que a los riesgos por los robos en la calle y robos de datos, hay que agregarle la intranquilidad que genera tocar lo cajeros en época de pandemia.
El cajero y también el sistema de Posnet que utilizan los comercios pueden ser adulterados con el objetivo de extraer la información del titular de la tarjeta, info que está en la banda magnética, y luego crear una tarjeta melliza para robar el dinero de la cuenta.
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No es para alarmarse, pero es un delito habitual que se puede prevenir con algunos consejos a tener en cuenta:
Los bancos advierten que nunca se debe perder de vista la tarjeta de crédito o de débito. Es común que en algunos comercios el cobrador se lleve la tarjeta a una oficina o a un lugar alejado del mostrador y vuelva con el ticket para la firma del consumidor. Aunque parezca increíble que en un bar o en en un restaurante se copie información privada y bancaria, esto suele ocurrir y es mejor prevenir. Lo mismo sucede en las estaciones de servicio.
Los datos que se obtienen muchas veces son utilizados para hacer compras por internet
El uso del Posnet inalámbrico es un avance que ayuda al control del cliente. Y también la inclusión de un chip en las tarjetas, del que -al menos, por ahora- no se pueden robar los datos.
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