El mimbre sigue vivo, a pesar de que materiales sintéticos mucho más resistentes y duraderos, han invadido con fuerza nuestras viviendas. Son materiales naturales que siguen conquistándonos por su sello artesanal, capaz de agregar sencillez, belleza y calidez a nuestro hogar.
Por su origen, los muebles y objetos en fibras naturales están asociados a la temporada de calor y el aire libre; pero resultan una buena opción para sumarlos al interior.
Cuando hablamos de mimbre no nos centramos exclusivamente en este material, sino que ampliamos el abanico a una gran variedad de fibras, entre las que se encuentra el esparto, el ratán e, incluso, el bambú. Materiales naturales que se transforman en bellos objetos para el hogar con geniales procesos artesanales.
El mimbre no sólo es aptos para muebles sino también para confeccionar diferentes objetos, como cajas, baúles, o artefactos de iluminación.
Resulta un material fresco que le da un toque artesanal y cálido al espacio.
El rattan es una fibra muy parecida al bambú que puede llegar a tener varios metros de largo. Hay rattan de varios tipos; el color varía desde el marrón oscuro al amarillo suave.
El respeto por el medio ambiente y su firma de “hecho a mano” le confiere a estos materiales la categoría de especiales. No son simples muebles, cestos o alfombras, son piezas únicas –el hacerlas a mano las hace así–, que enriquecen los ambientes y muestran el otro lado de la decoración, ese lado que no se ve, pero se percibe y se siente.
Las manos artesanas, tanto de nuestro país, como de Asia y del norte de África, no fabrican piezas sino que crean.
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