Es un problema recurrente que afecta a muchos hogares. Abrimos la canilla y sale apenas un tenue chorrito de agua, que afecta desde el uso del baño hasta a la vida útil del lavarropas. En algunos lugares este problema se intensifica cuando llega el verano y aumenta el consumo. En otros, el “contratiempo” es constante a lo largo del año. Te contamos cómo funciona una bomba de agua para que puedas elegir la que mejor se ajuste a tus necesidades.
Hay una enorme variedad de opciones y marcas de bombas de agua, con prestaciones más y menos amplias y utilidades específicas. Por eso es clave conocer el funcionamiento de estos equipos y entender cuál puede ayudarte y cómo manejarla para aprovechar al máximo sus capacidades.
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Más allá de su funcionamiento, hay diferentes modelos y cada uno sirve para resolver distintos problemas. Pensá que se usan para cosas muy variadas, desde vaciar una pileta o un sótano que se inundó hasta aumentar la presión de agua en casa o extraer agua de una perforación. Vas a encontrar un equipo para cada necesidad.
Para empezar, hay que diferenciarlas según el tipo de energía que utilizan:
Son bombas con un motor a combustión, lo cual les permite funcionar de manera independiente. Lanzan caudal y presión al mismo tiempo y siempre están alimentadas por nafta u otro tipo de combustible. Su funcionamiento depende de este motor y la ventaja es que tiene una autonomía mayor según el tanque de combustible, el tipo de motor, etc.
Son ideales para trabajos de riesgo extendido en sectores agrícola, llenado de tanques, y para suministrar agua a lugares distantes.
Es un equipo que se acciona eléctricamente: es decir, está conectado a un tomacorriente o se carga. En este grupo podemos encontrar a las bombas periféricas y a las bombas centrífugas.
Los motivos para sumar esta herramienta a tu casa pueden ser varios: puede ser por falta de un tanque elevado, porque el paso del tiempo haya obstruido las cañerías o porque vivimos en un edificio y el agua no llega a los pisos superiores, entre otras cosas. La clasificación según su función es la siguiente:
Ante la necesidad de extraer agua de pozos, reservorios, fuentes o cisternas a profundidades, las bombas sumergibles para evacuación son las indicadas. Dependiendo del modelo y fabricante, pueden llegar hasta más de 30 metros. Están diseñadas con una carcasa especial que las protege de la oxidación y corrosión y no dependen de la presión del aire para impulsar el líquido, ya que, al estar sumergidas, pueden transportarlo a mayores distancias.
Si vivís en una zona donde no tenés agua de red y tenés un pozo, o si necesitás subir el agua de red hasta el tanque elevado de reserva que está en el techo (ocurre cuando el agua de red no tiene presión suficiente para llegar con buen caudal hasta los distintos puntos de consumo), la electrobomba es tu solución. Está diseñada para aguas limpias, aunque algunos tipos –como las bombas sumergibles– cuentan con un filtro previo de retención de sólidos para que no se dañe la bomba.
Este tipo de electrobomba automática se usa para mejorar el flujo de presión. Se coloca a la salida del tanque de reserva ubicado en la parte alta de la casa y su principal objetivo es ofrecer agua a presión para aplicaciones residenciales de varios servicios simultáneos. Esto se traduce en un ahorro de tiempo significativo al momento de llenado de agua de los artefactos, así como un mayor confort a la hora de un baño.
Recurrimos a ella cuando el flujo de agua es deficiente y necesitamos aumentar la presión de agua que sale de las canillas o que va a los electrodomésticos de tu hogar, como por ejemplo el lavarropas o el lavavajillas. Veamos cómo trabaja cada una:
Una bomba elevadora de presión de agua funciona con un tubo de entrada que aspira agua, la cual luego es impulsada por la acción del motor. El motor usa imanes y bobinas que forman un campo electromagnético que hace girar el impulsor de forma continua. A medida que gira el rotor, el agua se mueve manteniendo la alimentación hacia la bomba.
Este rotor tiene una serie de paletas que impulsan el agua con mayor energía, logrando que llegue al centro del rotor, lo que, a su vez, produce una fuerza centrífuga. Esto genera presión y el agua sale rápidamente hacia el tubo de salida, es decir, hacia la canilla que abramos.
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Su gran eficiencia la consigue gracias a su automatización. Estos equipos se encienden cuando en la casa se acciona una canilla o equipo que pide agua. Cuando el flujo de agua requerido se acaba -cuando se cierra la canilla-, la bomba se apaga porque no necesita más presión.
Es decir que está encendida mientras haya agua que circule. Cuando no funciona, baja la presión en las tuberías, por eso es ideal para que el flujo de agua alcance la presión que se necesita.
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Para instalar la bomba de agua presurizadora bajo el tanque vamos a tener que intervenir dos de los sistemas de nuestra casa: la instalación sanitaria de agua corriente y la instalación eléctrica. Algunas recomendaciones a tener en cuenta:
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