Convertir nuestro hogar en un lugar donde dejemos fuera todas las preocupaciones, y donde podamos sentirnos relajados y confortables es una tarea que puede parecernos titánica, pero en realidad es algo bastante sencillo de lograr si tenemos en cuenta alguna claves de la decoración hygge que nos ayudaran a armar un hogar feliz y acogedor.
Se pronuncia “hu-ga” y a menudo se traduce como “lo acogedor”. Pero tal como dicen los que saben, hygge es mucho más que eso: es una actitud total en el día a día, es un estilo de vida danés en el que la sencillez y las pequeñas cosas son claves para alcanzar la felicidad.
Esta filosofía hygge para conseguir un dichoso bienestar se basa en un modo muy particular de ver las cosas. Tiene sus pilares en la tranquilidad, la paz y la comodidad y podemos conseguirlo también a través de la decoración. Solo hay que seguir una serie de consejos muy sencillos que darán a nuestras habitaciones este toque nuevo Hygge, que las convertirá en el espacio ideal para descansar tras un largo día de trabajo.
Considerá fundamentalmente que se trata de un estilo que no busca ampulosas demostraciones ni detalles high tech o que impliquen altos costos. Por el contrario, la decoración nórdica “hygge” no busca hacer grandes gestos, sino más bien de abarcar pequeños lujos todos los días con el fin de fomentar un sentido de familiaridad y comodidad.
Te contamos algunos secretos de la casa danesa confortable y dispuesta para ayudarte a estar más cerca de la felicidad cotidiana:
Lejos de los compromisos familiares y sociales, la vida hygge propone que reservemos tiempo y armemos espacios para poder encontrarnos con aquellas personas con las que disfrutamos de la vida. Para eso no es necesario gastar mucho dinero. Tené en cuenta que una de las claves de este estilo es resolver todo en un modo low cost. Sillas cómodas, telas cálidas para cubrir mesas y sillones, agradables tazas y vasos para sentir con todos los sentidos el placer de beber algo reconfortante pueden ayudarte a vivir tu casa con mucho placer y a compartirla con quienes vos desees.
En primer lugar es importante aclarar que en este estilo debemos pintar las paredes y no usar papeles para revestirlas. Si lo que buscás es transmitir paz y serenidad a través de tu casa es indispensable que pintes las paredes de blanco, o de otro color suave, y que te olvides de sobrecargarlas con dibujos o papel pintado.
Y nada mejor que colores claros para crear un espacio sereno y libre de estrés. Tonos como el blanco, marrón, grises o beige contribuyen a crear una atmósfera serena, también los tonos pastel. Los daneses apuestan muchas veces por espacios monocromos o casi donde los colores que combinan en armonía, sin grandes estridencias. Esto nos ayudará al relax y al descanso tanto en el dormitorio como en cualquier espacio de nuestro hogar.
La lectura es importante para los daneses, y cultivar la mente quizá sea precisamente otro de los secretos de la felicidad. Crear una bonita biblioteca puede ser un paso decisivo para armar una casa hygge. Para eso podés usar materiales como la madera o bien otros, económicos y prácticos, como las placas de roca de yeso.
Ahí es muy aconsejable, casi imprescindible, tener un Hyggckrog o rincón para poder acurrucarte con la manta y disfrutar de un buen libro, una copa de vino o un café a media tarde. Una butaca reclinable o un banco de obra pueden ser opciones de lo más interesantes.
En el estilo hygge la luz natural prima sobre la artificial, por lo que es indispensable dejar pasar la máxima claridad posible por la ventana. De todos modos, para dar luz y calidez a los ambientes lo mejor es usar indirectas con bombillas más cálidas. Para identificarlas a la hora de comprar estos elementos, fíjate que en la parte posterior del producto se indica qué tipo de luz ofrecen. Si además queres ahorrar y hacerle un bien al planeta, lo mejor es usar lamáritas Led.
Los daneses aman las velas, y nosotros también, pero no estamos tan acostumbrados a usarlas. Ahora es un buen momento para incorporarlas a tu casa. Las llamas parpadeantes crean un resplandor efímero y agregan una sensación de atmósfera inquietante incluso a la habitación más húmeda. Pero tené cuidado, nunca vayas por el tipo perfumado. Nada sobre hygge es artificial, ni siquiera las velas. Las velas más naturales que encuentres, de pura cera de abejas es lo mejor.
Unas flores frescas sobre una mesa de madera, un mantel bien colocado aunque comas solo, ayudan a conseguir un toque especial que invite a un disfrute sencillo. Se trata de cuidar las pequeñas cosas para que sentirse cómodo. Además, si tenés la posibilidad de adquirir pequeños detalles de estilo vintage como vajillas o tazas de café, adelante.
Inclusive el hecho de cocinar debe ser sencillo pero cuidado. ¿Por qué pasar horas encerrado en la cocina, agonizando con los libros de recetas para crear platos complicados? Lo mejor es hacer las cosas a la manera danesa y mantener la comida simple, ya sea una sopa reconfortante o un simple pollo asado. Siempre opta por algo delicioso que se pueda cocinar con el mínimo esfuerzo.
La tendencia minimalista ha sido siempre una de las claves del estilo nórdico, por lo que no podía faltar en el hygge. Al igual que en el día a día, los daneses han aprendido a valorar las pequeñas cosas de la vida hasta en la decoración, dando prioridad a la sencillez y evitando sobrecargar las estancias. Para generar la calidez necesaria en tus ambientes, tenés que pensar in incorporar elementos confeccionados con algunos materiales:
La madera es el material principal del estilo hygge. Este material nos conecta con la naturaleza. Con él se consiguen ambientes más rústicos, armoniosos y acogedores. Ya sean mesas, mesitas hechas con troncos, sillas, hasta la mesada de la cocina o de los baños… la madera en cualquiera de sssus variedades aportará calidez
Las telas son otro aspecto clave de las casas danesas. Acogedoras mantas para acurrucarse en el sillón o peludos almohadones en las sillas aportan sin duda una cuota de calidez necesaria. Elegí siempre los más naturales como la lana, la piel, el lino o el algodón para alfombras, manteles y ropa de cama.
Una tetera, un jarrón, tu taza preferida… toda la porcelana (con buen gusto) es hygge. Dos de las marcas danesas de porcelana más emblemáticas son Kähler y Royal Compenhagen.
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