En los últimos años, de la mano de una profunda crisis, Venezuela suele sorprender al mundo con noticias que generan bronca y dolor. Pero algunos temas no habían todavía salido a la luz, y esta semana llegaron a los medios del mundo, generando enorme indignación. Decenas de personas se movilizaron en Caracas para recaudar alimentos para Ruperta, la elefanta de un zoológico de la ciudad que está literalmente muriendo de hambre.
Las fotos del animal en muy mal estado movilizaron la ayuda de mucha gente, que acercó comida para palear su severa desnutrición, pero los responsables del zoo se negaron a aceptarlos.
El animal está bajo cuidados especiales en el zoo de Caricuao luego de desplomarse el jueves. “Hay comida, pero no le dan suficiente variedad. Estaban dándole solamente auyama (calabaza) y lechosa (papaya), lo que no cubre sus necesidades”, precisó Marlene Sifontes, dirigente sindical del Instituto Nacional de Parques (Inparques).
En ese marco, activistas y ciudadanos recolectaron zanahorias, acelgas, naranjas, piñas y plátanos para Ruperta, que se convirtió en tendencia en la red social Twitter. Pero los empleados del zoológico se negaron a recibir la donación.
“Los elefantes pueden vivir de forma silvestre hasta los 60 años y unos 65 a 70 en cautiverio. Ruperta tiene 46 años (…) Es un ejemplar que se puede considerar en estado de senilidad”, señalaron las autoridades, y no abrieron las puertas del zoológico a la ayuda recolectada.
El país atraviesa una severa crisis económica, marcada por el desabastecimiento de alimentos básicos y medicinas, lo que provoca a diario largas colas de personas en mercados y abastos. Esta crisis, según Sifontes, impide surtir adecuadamente a los zoológicos.
“Los trabajadores no tienen autorización a recibir donaciones, porque hay gente que tiene buena fe, pero otra que no”, explicó Sifontes.
Ruperta no es el único animal del zoológico que sufre esta situación. Hace unos meses, un caballo fue descuartizado por desconocidos que entraron en su corral para “despojarlo de su carne”, presuntamente para alimentarse. Además, se denunció “la muerte de varias especies de la fauna silvestre” por falta de nutrientes apropiados.