Una institución no debería ser jamás el lugar donde un niño pasa su infancia. Los chicos necesitan amor, nutrición afectiva, redes familiares, vínculos que lo sostengan y contengan, cuidados y ternura. Y, por mejor que sea, un hogar de tránsito o un instituto de menores no son el espacio ni el “nido” que logran que un pequeño crezca con salud en todos los planos. Sin embargo, porque la Justicia es lenta, por se hacen grandes o porque están enfermos, muchas criaturas pasan años institucionalizados esperando que los adopten.
Es el caso de 150 niños que buscan una familia que los integre y los ame. Se trata de hermanitos que no quieren separarse, de niños que dejaron de ser bebés y nadie elige, o de chicos con algún problema de salud. Son “90 casos” que el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos quiere resolver, impulsando una convocatoria para dar con familias que los adopten.
La adopción en Argentina tiene muchas deudas. Los niños no son un legajo. Nadie merece crecer en soledad, sin amor. Si podés ayudar, te están esperando.
La convocatoria está publicada en este sitio.
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