La sonrisa es una de las expresiones biológicas más universales y básicas para demostrar alegría y satisfacción. A diferencia de otras acciones del lenguaje no verbal, esta expresión no difiere de una cultura a otra y hace que empaticemos de inmediato con otra persona.
Capaz de producir una buena imagen y crear empatía, la sonrisa es nuestra mejor carta de presentación
Pero, ¿por qué es tan importane cuidar de nuestra sonrisa?
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Este gesto es mucho más que un rasgo facial, y no sólo hace que nos veamos más atractivos cuando nos mostramos más contentos y alegres. La sonrisa refleja muchos otros aspectos positivos, tanto para nuestro aspecto físico como para nuestro estado mental.
Sonreír es una de las primeras cosas que la gente nota de los demás, ya sea en la primera impresión o durante la vida cotidiana. Además, fomenta la empatía y contribuye a la armonía con el entorno que nos rodea.
Se trata de un gesto amigable que transmite confianza y credibilidad. De esta manera, cuando sonreímos estamos mejorando la capacidad comunicativa y también aumentando nuestro nivel de atractivo.
La sonrisa provoca que el comportamiento de las personas que tengamos al rededor nuestro se suavice y permita reducir la tensión. Esto genera que las personas de nuestro entorno logren sentirse cómodos con nuestra compañía.
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La sonrisa trasmite amabilidad y cordialidad. Sonreír es muy fácil: se necesitan sólo 17 músculos para sonreír mientras que, para fruncir el ceño, se requieren 43.
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