Decenas de pacientes y trabajadores de un hospital se pararon en fila en los pasillos de la UCI de un hospital de Idaho, EE.UU. Lo hicieron para rendir homenaje a un hombre, cuya identidad no ha sido revelada, cuando se dirigía hacia el quirófano en el que le iban a desconectar de los instrumentos que le mantenían con vida.
No sabe cuál fue la causa de su muerte, qué órganos ha donado ni quién los ha recibido, pero sí que el paciente había estado en la UCI durante algún tiempo, lo suficiente para que se estrecharan lazos entre él, su familia y el personal médico.
Había decidido donar sus órganos para, en su muerte, ayudar a otras personas a seguir con vida o llevar una vida mejor
“Se encontraba en la UCI del hospital y le trasladábamos a la sala de operaciones, donde se le retiró el soporte vital y traspasó en paz al lado de su familia”, han relatado desde el centro hospitalario.
La familia, explica el diario local Idaho Statesman, había autorizado a la grabación y la difusión de las imágenes, pero ha pedido que la identidad del donante permanezca anónima. Según han explicado desde el hospital, este singular y merecidísimo pasillo de honor a donantes se produjo dos veces la semana pasada.
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