Los Pumas jugaron un partido contra Sudáfrica en Salta el 27 de agosto de 2016 en el estadio Padre Martearena. María Laura Ferreyra, licenciada en Comunicación Social asistió invitada por Marcelo Córdova, que es miembro de la Unión Argentina de Rugby y referente de deportes en la provincia de Salta.
Era la primera vez que ella participaba de un evento deportivo relacionado con el rugby y lo que María Laura observó en ese encuentro le produjo sorpresa ya que no sólo disfrutó del juego entre los equipos.
Los sentimientos y reacciones que el encuentro deportivo generaba en el público le impactó. Veía como padres e hijos compartían la alegría y se abrazaban ante las diferentes situaciones del encuentro. También reparó en las formas de intercambio amables y respetuosas que se daban en el público, no sólo durante el partido, sino también a la salida. Todo era una fiesta, todos estaban felices.
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La sensibilidad de María Laura le permitió ver más que un encuentro de rugby y junto con su compañero idearon un proyecto que, según sostienen, “nos permitió soñar en grande”.
“El rugby me transmitió fuerzas y ganas de superación”, refiere la comunicadora, que se desempeña como Directora General de Cooperación de la Municipalidad de Salta, quien consideró a través de la práctica del rugby era posible hallar “ el puntapié inicial para efectuar una serie de cambios sociales” para lo que considera que “son situaciones graves las que padecen nuestros niños. Y mediante la aplicación de un programa deportivo, coordinado y planificado minuciosamente para que llegue a todos los sectores más vulnerados y aislados de nuestra sociedad (de forma libre y gratuita) comenzamos a llevarles todos los recursos y herramientas necesarios para que verdaderamente superen los flagelos que se presentan en forma cotidiana”.
A partir de su asistencia a un partido de rugby surge “Rugby en los barrios”. Este es un programa que tiene como destinatarios a más de 600 niños y adolescentes. Su implementación tiene objetivos que están relacionados con la generación y construcción de vínculos que permiten junto con otros, fortalecerse y superar los desafíos que se presentan en la vida, mediante las prácticas deportivas.
Entusiasmada con su propuesta, la ideóloga de este magnífico proyecto, comenta: “de lunes a viernes salimos a más de veinte barrios. Son niñas y niños, alrededor de 600, de entre 6 y 17 años que disfrutan del programa; ellos son los protagonistas que en precarias canchas o espacios verdes accesibles nos esperan puntualmente. Es así como vamos promoviendo actividades con diferentes sectores de la comunidad en el ámbito de la responsabilidad social y gestionamos con mucho sacrificio los recursos necesarios para desarrollar acciones tendientes al bienestar social, como es la inclusión en materia deportiva”.
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Feliz ante los resultados de este trabajo que ya tiene 2 años agregó: “somos un gran equipo de trabajo con miembros voluntarios, que ponen el corazón en cada barrio y merendero junto a otros 20 entrenadores que diariamente con lluvia, barro, frío o calor se movilizan por llegar a destino. Saben que en cada lugar nos esperan cientos de niños y jóvenes que participan de las clínicas de rugby, con cinturones de colores que los identifican, compartiendo intensamente las enseñanzas que imparten los profesores, para luego abrazarse y merendar un yogur con cereal nutritivo que les hace muy bien.”
Orgullosa con la tarea que realiza con otros sostuvo que “queremos que los niños sean mejores personas cada día, un cambio posible que con muchísimo amor y esmero vamos logrando”, concluyó María Laura.
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