Dentro de los tratamientos corporales más requeridos, la depilación láser se encuentra en el primer puesto incluso si de hombre se trata. “Lo que ha cambiado radicalmente con la llegada de los nuevos láseres es la depilación masculina. Estas nuevas tecnologías hicieron que el hombre pueda elegir y encontrar en la depilación una solución a diferentes problemáticas”, destaca el dermatólogo Mario Fuks.
Una de los casos más comunes son los hombres con mucho pelo en brazos y espalda, que antes se resignaban a no poder hacer nada con el calor y los problemas de higiene que ésto les generaba y hoy, con las nuevas tecnologías, eliminar el vello en estas grandes zonas no es problema. Sólo 6 u 8 sesiones de una hora, cada 45 días, lo solucionan y realmente es un cambio importante para aquellos que les molestaba el exceso de pelo en estas zonas.
También muchos deportistas optaron por la depilación láser. Eligen en general las zona de piernas, pecho y brazos.
Pero sin duda la llegada del láser a la vida de los hombres dio solución a un problema recurrente “la foliculitis de cuello”, puntualiza Fuks. El famoso problema del “pelo encarnado”.
No son pocos los hombres que tienen el problema de la barba extendida al cuello. Tener una barba tupida y extendida no solo implica un problema estético, que es el de no poder definir su contorno claramente para mantenerla prolija, sino también que la necesidad de afeitarse causa en la zona foliculitis, es decir, que lo vellos se encarnen causando lesiones cutáneas que tardan varios días en curarse. Además el roce de los bordes de las camisas o ropas con los vellos de la zona no colabora en prevenir el problema. La solución es la depilación permanente. El procedimiento permite eliminar el vello excesivo dándole contorno a la barba en la zona, prevenir la foliculitis y como beneficio adicional mejorar la calidad de la piel, ya que los procedimientos con láser incentivan la producción de colágeno y elastina, rejuveneciendo la zona.
El procedimiento es completamente indoloro y no invasivo, la única preparación previa necesaria es que el vello tenga entre 1,5 a 3 milímetros de largo, por lo cual se recomienda afeitarlo antes.
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