Los Arcanos Mayores, más allá de representar un aprendizaje particular asociado al camino de vida simbolizado en el Tarot, también sugieren un año en el que se manifestarán ciertos aprendizajes particulares según sea el número de la suma de la fecha del último cumpleaños. Beatriz Leveratto, experta astróloga y tarotista y amiga de Buena Vibra nos comparte esta interesante información para este año 2021.
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Beatriz Leveratto explica que: “Iremos avanzando carta por carta, año tras año, en un ciclo que se renueva cada 9 años en un recorrido a través de los primeros nueve Arcanos”.
Cada fecha de cumpleaños, según el número que resulte de su sumatoria representará la energía a aprender desde ese cumpleaños hasta el siguiente, en el que comenzará a regir la siguiente carta.
Tomemos un cumpleaños como ejemplo. Para el año 2020 una persona nacida un 16 de julio, tendrá la siguiente suma de la fecha de su último cumpleaños: 1+6+0+7+2+0+2+0: 18; 1+8: 9.
Es importante sumar todos esos números y luego tener en cuenta que debemos llevarlo a una reducción de un solo dígito porque sólo contaremos los números del uno al nueve.
Cada fecha de cumpleaños, según el número que resulte de su sumatoria representará la energía a aprender desde ese cumpleaños hasta el siguiente, en el que comenzará a regir la siguiente carta
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A continuación Beatriz nos cuenta el aprendizaje que nos espera para cada una de las nueve primeras cartas del Tarot.
Él representa toda la potencia necesaria para dar inicio al mazo de Tarot y a la vida misma. Es el principio activo, Yang, activador y creador de la vida. Asociado con el principio masculino, independiente y ciego tal sucede con el espermatozoide que sale disparado para fecundar e iniciar todo proceso creativo.
El Mago simboliza lo que creemos ser, desde el propio mundo de ilusión, marca nuestra forma particular y creativa de armar la realidad personal. Es naturalmente activador y posee el maravilloso don de focalizar su deseo en acciones concretas sin distraerse de su objetivo.
El Mago es el gran alquimista, tiene los cuatro palos a su disposición en su mesa de trabajo para realizar cualquier acto de magia que el se proponga.
Será un tiempo de arranques y de plasmar los propios sueños y proyectos. Marcara años de inicios en todos los ámbitos de la vida: laborales, vinculares, amorosos y vocacionales
Marca una etapa para activar la propia capacidad de liderazgo, de creatividad y de comunicación. Un año Mago otorga confianza y valor. Es un año para decidir o activar proyectos, animándose a comprender y a realizar lo que verdaderamente se desea, sin más demoras.
La Papisa representa la esencia del principio Yin \ Femenino. Ella es la Diosa de los misterios de la mujer. Si el Mago proponía la energía de arranque e impulso ciego del espermatozoide, la Papisa es el movimiento predecible y cíclico del óvulo que debe ser fecundado para activar lo creativo.
Representa la energía de nuestro origen y conecta con la esencia maternal o familiar o con la capacidad de ser madre, de proteger, nutrir, cuidar y también de recibir cuidados y protección
Comienza un año en que se activarán temas ligados a la maternidad, el hogar, la familia, cuidados, protección, permanencia y seguridad; tanto como el contacto con la paciencia y la capacidad de espera.
Será preciso desarrollar una comprensión más intuitiva de la vida, conocer más profundamente a la propia familia, conectarse con el amor maternal, desarrollar perseverancia e intuición femenina en situaciones emotivas e irracionales. Es un año para gestar proyectos (o hijos) con tiempos más lentos a los deseados.
Se asocia a lo maternal, no pertenece a los hombres, no se dispone a formar pareja, se reserva al cuidado de lo que debe crecer por lo que no indicará un tiempo de frenesís pasional y carnal.
Propone entregarse al fluir de la vida, a la compresión de sus ciclos naturales y sus tiempos, aconseja no apresurarse y dejar que los sucesos se vayan manifestando naturalmente. Prioriza el contacto con el mundo interno, más que la búsqueda de respuestas en el exterior. Es conveniente mantenerse muy alerta a la propia percepción y a las necesidades emocionales más íntimas.
Puede marcar un ambiente nutritivo, con presencia de muchas mujeres o de familia
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La Emperatriz es la “la hija de el Mago y la Papisa” por lo que ella es la unión de varón y mujer. Tiene la capacidad de reunir los pulsos opuestos / complementarios, es vinculante y saca lo mejor de cada situación o vínculo. Es el poder del amor por el amor mismo y la capacidad de disfrutar.
Es un año para disfrutar del amor y del encuentro con otros, enfatiza la sensualidad del cuerpo y el disfrute de la materia. Es tiempo de abundancia
Uno se sentirá bien con uno mismo, con excelente autoestima. Creatividad en los procesos con muy buen reconocimiento externo.
Año de buenos resultados económicos y creativos. Une responsabilidad con creatividad y placer. Indica un momento de gran inspiración, autorrealización, entusiasmo. Buen vínculo tanto con la naturaleza como con el propio cuerpo.
Puede marcar la presencia de una mujer liberadora que abre camino a otros. Con mucha fuerza de voluntad, inteligente, gozosa de la vida, muy magnética y sensual que sabe como lograr sus metas. Para un varón puede indicar un año de un gran romance.
Buen momento para invertir, pedir un crédito o realizar proyectos creativos. Ambiente de armonía, diversión, alegría y aventuras
Es un año para activar lo concreto y racional; ordenar vínculos, papeles y pensamientos. La vida otorga el don de ser realista y pragmático, inclusive conectando con las propias limitaciones. Es tiempo para ser prácticos. Sacar provecho de la propia experiencia. Es un año para encarar todo aquello que necesite seguridad y eficiencia. No es tiempo para modificar, sino para sostener.
El número cuatro simboliza la energía de lo encarnado: los cuatro puntos cardinales, las cuatro estaciones del año, los cuatro palos del Tarot, los cuatro elementos astrológicos
Este número remite también a la figura de “cuadrado”, lo asociamos a estabilidad, seguridad, fijeza y permanencia, o también a la estrechez de conceptos, dificultad para cambiar, rigideces y estructuraciones excesivas.
Marca un tiempo en donde se contará con recursos materiales seguros y sostenidos, permanencia y afianzamiento de proyectos, compromisos estables, y necesidad de cumplir con las leyes y normas sociales. Es un año para confiar en la propia experiencia y en lo heredado del pasado.
Marca un nuevo orden que depende exclusivamente de la voluntad y esfuerzo, de la persona señalando un momento de maduración y responsabilidad. Su energía es clarificadora, exigente y disciplinada, nos anuncia que poseemos el suficiente conocimiento e inteligencia para actuar correctamente. Marca nuestra necesidad y capacidad de ocupar un lugar en la sociedad que conlleve potencia, responsabilidad y dominio de la situación, junto con sostén y equilibrio.
Marca la presencia de un hombre, marido, jefe y / o padre que cobrará mucha importancia a lo largo del año, aportando tanto seguridad, experiencia o recursos económicos a la propia vida
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El poder de lo sagrado. Es un tiempo para aprender a conectar con lo espiritual y trascendente. Debemos aprender a escuchar la voz de nuestro propio anhelo de crecimiento espiritual. Su esencia posee la comprensión intuitiva y despierta el potencial espiritual que todos llevamos dentro.
Este año desafiará a una comprensión más sutil de la realidad, a incluir planos más trascendentes y a abrirnos a enseñanzas ocultas o espirituales
Puede producir temor pues lo estable se quiebra y el primer impulso suele ser controlar o reprimir lo nuevo que propone el año pues lo creemos perjudicial.
Es tiempo de superar estructuras antiguas y desarrollar mayor intuición ya que estamos ante un proceso de crecimiento espiritual; es un momento que produce intensos cuestionamientos sobre uno mismo tanto en el territorio espiritual como sexual -el Papa es una energía que intenta unir opuestos-.
Es un año de “profundas crisis”, es tiempo de “peligro” y de “oportunidad” de desarrollar mayor potencia en la generación de recursos, en la sexualidad o en el manejo del propio poder en general.
Conectaremos con temas “tabúes”, como ser la sexualidad del Papa, el manejo del dinero y del poder social. Estos son temas no resueltos por el inconsciente colectivo, su energía confunde y asusta y carga de fantasías y de castigos tanto divinos como humanos. Es un año para crecer más allá del temor y la contradicción que se siente.
Abre nuevas opciones, trae propuestas desconocidas, aquello que intentaba emerger en la carta anterior produciendo un clima de crisis y temor, en esta carta se muestra sin impedimentos.
Surgen dos sentimientos o situaciones opuestas y contradictorias con igual fuerza de atracción. Es momento para que aparezca lo emocional hasta ahora reprimido, lo mas primitivo de uno. Será preciso tolerar la ambigüedad y la contradicción y no tomar decisiones apresuradas.
La vida traerá nuevos caminos y habrá que tolerar las propias contradicciones
Marca un tiempo de dudas donde no es posible definir los deseos claramente; una nueva forma de amor que, inclusive, puede hablar de presencia de terceros, de amantes.
Hay demasiadas opciones para poder decidir correctamente, es aconsejable no apresurarse e intentar sostener la contradicción que propone este año. Será preciso comprender que a pesar de las muchas dudas es buen momento para conocerse más en profundidad pues está en alguna faceta en la que hasta ahora no era posible reconocerse.
Buen momento para iniciar actividades que calmen y ayuden a escuchar el interior, como yoga o meditación
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Es tiempo de reemprender el viaje y producir un movimiento pues la energía ya no esta dispersa y se concentra hacia una única dirección. El carro es un vehículo de poder y conquista, de independencia y de movimiento autónomo. Es tiempo de redescubrimiento de una identidad independiente y auto sostenida.
Aunque quizás no se esté seguro de las propias decisiones, es momento de actuar y poner a prueba el propio valor y coraje, ya que los acontecimientos dependerán exclusivamente del propio esfuerzo. Lo que antes era proyectado en el poder del Papa o del Emperador se está introyectando para otorgarnos mayor confianza y energía. Independencia y autodeterminación.
Esta carta responde a una necesidad animal e instintiva de definirse, de ocupar territorio para sobrevivir; nos lleva hacia algún lado que aún no conocemos y no dominamos. Es aconsejable seguir activo y caminando para ir descubriendo en el movimiento las propias potencialidades.
Hay que terminar con las contradicciones de la carta anterior, ya que ahora sí es momento de jugarse por el propio deseo, logrando definir lo que parecía incierto.
Marca un momento de desplazamiento y potencia. Suele alejar la angustia de la indecisión y la monotonía, pone sabor y color a la vida aunque se sabe que requerirá esfuerzo sostener la opción decidida y correr los propios riesgos.
Habrá que estar atento al excesivo agrandamiento del ego, hay que enfrentar el desafío de madurez entre la capacidad de hacerse cargo de la propia vida y el peligro de excesivo egocentrismo
Indica una momento con capacidad para focalizar la energía a fin de conseguir lo que se propone. Se lo asocia a triunfos materiales y a personas potentes con dominio de sus emociones y de su voluntad, aunque estas puedan requerir algún esfuerzo.
Equilibrio necesario para compensar el excesivo despliegue energético realizado por la carta anterior, el carro. Año para balancear, armonizar, nivelar o compensar toda situación que esté excedida.
Se la asocia a momentos de limpieza de excesos del pasado, evaluación y balance. El número 8 de esta carta representa al signo del infinito, anunciando que todo vuelve: toda acción genera consecuencias, por lo que será una año para ordenar el pasado. Es tiempo de entrar en contacto con la frase: “Cosecharás lo que siembras”.
Nos enseña que somos constructores de nuestro destino, generadores en nuestro presente y de nuestro posible futuro. Enfrentará con lo rechazado en el pasado para que lo enfrentemos y continuemos el viaje más livianos de equipaje, depurando todo exceso previo.
Vincula con el equilibrio cósmico: hay que abandonar la inconsciencia infantil que sólo mueve a lograr sus propias metas y asumir nuevas responsabilidades. Nos desafía a comenzar una vida mas equilibrada y adulta.
En el aspecto emocional, puede marcar la necesidad de manejarse con cautela y sin desbordarse con excesos dramáticos. Si hay pendientes afectivos del pasado es un año para resolverlos. Si se logra ordenar la vida, marcará un año de vínculos y situaciones “limpias y sin carga del pasado”, anunciando la posibilidad de una verdadera paz interior.
Es preciso poner en claro papeles y ordenar temas pendientes de juicios, divorcios, herencias o compra-ventas
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El Ermitaño es el arquetipo del viejo sabio, posee la sabiduría que no se adquiere en los libros sino en la vida. Simboliza la necesidad de descubrir el misterio de la vida, la búsqueda de esperanza y sentido en la existencia. Nos recuerda nuestra esencia espiritual.
Año de búsqueda de sentido trascendente, de desapego a las formas externas, que nos hará re cuestionar nuestros logros tanto profesionales como existenciales. Es tiempo para encontrarse en soledad con uno mismo, sin otros que nos confirmen, aprender a tolerar el silencio, sin el ruido externo que nos distrae. Recuerda la importancia del autoconocimiento y del reconocimiento de nuestro ser espiritual. Propone dejar la mente y el corazón abiertos a su mensaje de revalorización de la introspección y la humildad.
Experiencia intensamente personal que no podrá ser compartida con nadie pudiendo llegar a niveles de alto contacto con lo divino juntamente, en algunos casos, con la sensación de soledad y poca comprensión del exterior. Capacidad de reflexión y sinceramiento con uno mismo y de reticencia a conectar con lo mundano.
Período de aprendizaje espiritual, implicando quizás temas de desapego, soledad o incomunicación
En temáticas de pareja marca muy buenos sentimientos aunque suele dar poca capacidad para demostrarlos pues el Ermitaño es reservado y tímido para expresar sus afectos.
Presencia de algún consejero, maestro, iniciado, terapeuta, médico, profesor, o alguna figura “guía”. Sacerdote, profesor o chamán, o personas buscadoras de nuevos sentidos.
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