El título y la bajada de la portada de la revista Caras generó un repudio rotundo en redes sociales: “La hija mayor de Máxima luce con orgullo su look ‘plus size’”, dice. Y agrega un subtítulo aún peor: “Amalia, la heredera al trono de Holanda, víctima del bullying, enfrenta las críticas con fortaleza y el incondicional apoyo de sus padres. Una princesa que vive su adolescencia sin tabúes y defiende su figura de ‘mujer real’”.
Las preguntas se imponen: ¿Qué es ‘un look plus size’? ¿Se trata de un nuevo eufemismo para decir gorda? ¿Qué importancia tiene el talle que usa una mujer, y más aún una adolescente? ¿Por qué se sale de la norma por el talle que usa? ¿Cuál es la norma de la revista Caras? ¿Debe ser delgada por ser una princesa? Cada pregunta enoja un poquito más…
Es la última tapa de la revista Caras, que tiene como protagonista a la reina de Holanda, Máxima Zorreguieta y su hija mayor, Amalia, de 16 años. Su propuesta es indignante, discriminadora, machista. Y, felizmente, la gente se lo hizo saber: de hecho, cosechó una enorme cantidad de criticas y mensajes de repudio por el polémico título elegido para atraer la atención de sus lectores.
Dice la revista, “una princesa que vive su adolescencia sin tabúes y defiende su figura de mujer real”. Una manera políticamente correcta de decirle gorda, de poner el foco en su cuerpo cuando la heredera al trono de Holanda se destaca por su inteligencia, su sencillez y sus estudios: está un año adelantada en el colegio y trabaja como mesera en una confitería.
Lo peor es que desde hace años se viene diciendo que Amalia sufre por los comentarios sobre su cuerpo y que incluso ha tenido signos de depresión por este tema. La revista Caras fue a tocar allí donde duele. Donde le duele a ella y la mayoría de las mujeres. Repudio total.
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