Vive en una casilla precaria, sin agua ni baño. No tiene trabajo ni ingresos, ni la medicación que necesita todos los meses para hacer frente a sus problemas de salud. El actor Alejandro Lamarque, conocido por su personaje Palmiro Caballasca en la serie de mediados de los 70 Jacinta Pichimahuida, hizo un desesperado pedido de ayuda.
Durante un móvil con Crónica TV, Lamarque explicó: “Estoy ciego , no tengo para comer, y la verdad es que ni un perro puede vivir así “. Además contó que dado el contexto de pandemia de coronavirus le resulta imposible tener la higiene necesaria: ” No tengo baño, ni lavandina ni alcohol en gel “.
El actor que muchos recuerdan por la frase “me hirve la cabeza” habló desde la casilla en donde vive, en la localidad de San Vicente, y contó su duro presente: “Me quedé ciego hace un año. Me dejé estar y me agarraron cataratas. Soy hipocondríaco y tengo la presión ahora en 20/10”. Vive en una casilla sin paredes, cubierta por lonas, sin baño ni agua potable. “Es un asco como estoy viviendo, ni un perro puede vivir así”, señaló.
“No tengo trabajo ni ningún ingreso y no tengo nadie que me lleve a hacerme ver los ojos . Quiero saber si tiene algún tipo de cura mi ceguera”
“Pedí en el hospital que me lleven a que me operen los ojos y me dejaron tirado. Si alguien que está viendo se copa, necesito que me hagan una ecografía para ver si lo de mis ojos es operable. Yo googleé todo sobre mi tema de los ojos y sé que en veinte minutos recupero la vista. Y si me curo me puedo arreglar solo. Tengo una camioneta acá en mi casa que si puedo ver la arreglo y vuelvo a laburar”, dijo Lamarque.
“Tengo una historia de mierda. No conocí a mi padre y mi mamá me sacó el primer sueldo de la tele. ¿Cómo llegué a esto? Me dejé estar por gil. Yo no soy pobre, vivo aquí porque no tengo para pagar una sirvienta. Perdí como en la guerra cuando vendí la casa que tenía a un dólar de veinte pesos. Vivo así porque no puedo ver”, sostuvo Lamarque, que además relató que trabajó de remisero hasta hace un año, cuando quedó ciego y no pudo seguir manejando el vehículo.
“Mi vieja me echó de casa junto con mi hermano menor. Ella está postrada. No quiero nada de mi hermano”, agregó. “Necesito la vianda de comida que dicen que dan para la gente que no tiene. Irme de acá si me pueden poner con gente copada que me cuide”.
El actor de 51 años confesó que sobrevive gracias a la ayuda del Estado: “Tuve que llamar a Desarrollo Social para que me den comida. Gracias a eso como. Tengo una hija y dos nietos, y sé que les da vergüenza que yo hable por televisión y muestre cómo vivo”.
Sobre el final de la entrevista, el conductor de Crónicas 20.20 , Diego Moranzoni, le ofreció ayudarlo consiguiéndole la visita de un oftalmólogo para que le revise la vista, y Lamarque le agradeció el gesto: “Gracias de corazón. Ojalá pueda recuperar la vista y salir adelante”.
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