Tuvieron que pasar varias décadas para que la empresa lograra un verdadero boom de ventas, algo impensado en épocas de negocio digital en acelerada expansión. A contramano de cualquier imaginario, la cinta analógica, el famoso cassette, vendió como nunca antes de la mano de la nostalgia por el formato físico y el sonido particular del “viejo” dispositivo. Las ventas se volvieron a posicionar tanto entre las discográficas como entre los sellos independientes.
La fábrica produce con las mismas máquinas que se usaban a comienzos de los años 70
La National Audio Company, con sede en el estado de Misuri, tiene acuerdos con las grandes discográficas de la industria de la música, varios sellos independientes y vende, por separado, cassettes vírgenes que representan el 20% de su producción anual: “La tendencia a volver al sonido analógico solo ha hecho que nuestras ventas sigan creciendo”, dijo su jefa de producción, Susie Brown a la agencia de noticias Bloomberg.
La fábrica produce con las mismas máquinas que se usaban a comienzos de los años 70. En 2014 consiguieron producir 10 millones de unidades y las ganancias superaron el 20 por ciento.
Sony propuso fabricar una versión moderna, capaz de guardar hasta 60 millones de canciones
Aunque lo que se comercializa es el viejo cassette de dos lados, el año pasado Sony propuso fabricar una versión moderna, capaz de guardar hasta 60 millones de canciones, cuyo público potencial sería, en un principio, las grandes industrias necesitadas de almacenar muchos datos. Pero para eso aún falta mucho desarrollo.
Según los sondeos de Nielsen Soundscan las ventas se mantienen firmes en al menos 150 disquerías de los Estados Unidos.